¿Cómo comienza un infarto intestinal?

Infarto Intestinal: Reconociendo los Primeros Signos

Un infarto intestinal, también conocido como isquemia mesentérica, ocurre cuando el flujo sanguíneo al intestino se bloquea, privándolo de oxígeno y nutrientes vitales. La detección temprana es crucial para un tratamiento exitoso, y reconocer los síntomas iniciales es esencial.

Dolor Abdominal Agudo

El primer síntoma que suele aparecer en un infarto intestinal es un dolor abdominal repentino e intenso. Este dolor puede variar en intensidad desde un leve malestar hasta un dolor punzante e insoportable. A menudo, el dolor se localiza en la parte inferior derecha del abdomen, donde se encuentra el intestino grueso.

Necesidad Imperiosa de Defecar

Junto con el dolor abdominal, la necesidad imperiosa de defecar es otro síntoma común. Los pacientes pueden experimentar una sensación constante o intermitente de tenesmo, que es la necesidad urgente de evacuar el intestino.

Evacuaciones Frecuentes y Dolorosas

A medida que el infarto intestinal progresa, las evacuaciones pueden volverse frecuentes y dolorosas. Las heces pueden contener sangre o mucosidad, lo que indica daño en el revestimiento intestinal.

Sensibilidad y Distensión Abdominal

La sensibilidad abdominal y la distensión también pueden ser síntomas de un infarto intestinal. La sensibilidad se refiere al dolor al presionar el abdomen, mientras que la distensión es la hinchazón o ampliación del abdomen.

Otros Síntomas Posibles

Además de los síntomas principales mencionados anteriormente, otros síntomas posibles de un infarto intestinal incluyen:

• Náuseas y vómitos
• Diarrea
• Fiebre
• Sudoración
• Debilidad

Reconocer los Signos Tempranos

Reconocer los primeros signos de un infarto intestinal es fundamental para un tratamiento rápido y eficaz. Si experimenta dolor abdominal repentino e intenso, junto con cualquiera de los otros síntomas mencionados anteriormente, busque atención médica de inmediato. El diagnóstico y el tratamiento tempranos pueden ayudar a prevenir complicaciones graves, como la muerte del tejido intestinal (necrosis) o la perforación intestinal.