¿Cómo saber si tengo infección en glándulas salivales?

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Dolor en la glándula salival es un síntoma común de infección. Para diagnosticar con precisión, el médico podría ordenar pruebas de imagen como una tomografía computarizada, resonancia magnética o ultrasonido, además de análisis de sangre, especialmente si se sospecha de paperas o abscesos.

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¿Dolor en las Glándulas Salivales? Descubriendo la Causa de tu Malestar

El dolor en las glándulas salivales, esas pequeñas fábricas de saliva ubicadas en la boca y el cuello, puede ser un síntoma molesto y preocupante. Si experimentas dolor, hinchazón o sensibilidad en esta área, es crucial entender que hay varias causas posibles, algunas benignas y otras que requieren atención médica inmediata. Este artículo te ayudará a comprender cómo identificar una posible infección y cuándo debes buscar ayuda profesional.

El dolor en la glándula salival, a menudo acompañado de hinchazón y enrojecimiento, es un indicador común de infección. Sin embargo, la simple presencia de dolor no confirma una infección; otras afecciones, como cálculos salivales (sialolitos), tumores benignos o malignos, y hasta el simple estrés, pueden provocar síntomas similares. Es por eso que la automedicación es altamente desaconsejada.

Señales de Alerta: ¿Cómo identificar una posible infección en las glándulas salivales?

Más allá del dolor, algunos signos pueden apuntar hacia una infección:

  • Dolor intenso y pulsátil: Un dolor agudo que empeora con el tiempo, a diferencia de una molestia leve y constante, puede indicar una infección activa.
  • Hinchazón significativa: Una inflamación notable de la glándula afectada, que puede ser visible y palpable.
  • Enrojecimiento y calor en la zona: La piel sobre la glándula inflamada puede estar enrojecida y caliente al tacto.
  • Fiebre: La fiebre es un síntoma común de infección, especialmente si la infección es grave.
  • Pus: En algunos casos, se puede observar la formación de pus en la zona afectada, lo que indica la presencia de una infección bacteriana.
  • Dificultad para tragar o abrir la boca: La inflamación severa puede dificultar la deglución y la movilidad mandibular.

¿Qué hacer si sospechas una infección?

Si experimentas alguno de estos síntomas, es fundamental buscar atención médica inmediata. Tu médico realizará una evaluación completa, incluyendo un examen físico para determinar la ubicación, el tamaño y la consistencia de la glándula afectada.

Pruebas de diagnóstico:

Para obtener un diagnóstico preciso, tu médico podría ordenar una serie de pruebas, incluyendo:

  • Examen físico exhaustivo: Palpación de la glándula para evaluar tamaño, consistencia y presencia de nódulos.
  • Análisis de sangre: Para detectar la presencia de infección y evaluar la respuesta inmune del cuerpo.
  • Estudios de imagen: Como una ecografía, tomografía computarizada (TC) o resonancia magnética nuclear (RMN), para visualizar la glándula y descartar otras patologías como cálculos salivales o tumores. La ecografía suele ser la primera opción por su accesibilidad y no invasividad.
  • Cultivo de fluido: Si se sospecha un absceso, se puede extraer una muestra de fluido para identificar el agente infeccioso.

Conclusión:

El dolor en las glándulas salivales no debe tomarse a la ligera. Mientras que algunas causas son benignas, otras requieren tratamiento médico urgente. Si experimentas dolor intenso, hinchazón, fiebre o pus, consulta a tu médico o dentista inmediatamente para recibir un diagnóstico preciso y el tratamiento adecuado. Recuerda que la detección temprana es crucial para un resultado positivo y la prevención de complicaciones.