¿Cómo se prepara un suero casero según la OMS?

21 ver
Para preparar una solución de rehidratación oral casera, disuelve 3,5 gramos de sal y 40 gramos de azúcar en un litro de agua potable limpia, removiendo hasta lograr una mezcla homogénea. Esta solución no sustituye la atención médica profesional.
Comentarios 0 gustos

Preparación de un Suero Casero para Rehidratación Oral: Guía de la OMS

La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce la importancia de la rehidratación oral en casos de deshidratación, especialmente en niños y personas vulnerables. Si bien una solución de rehidratación oral casera puede ser útil en situaciones de emergencia, es crucial entender que no reemplaza la atención médica profesional. La deshidratación puede tener consecuencias graves si no se trata adecuadamente.

Esta guía presenta la forma de preparar una solución casera de rehidratación oral según los lineamientos generales de la OMS, pero siempre se debe consultar con un profesional de la salud si se sospecha deshidratación. Es fundamental evaluar cuidadosamente los síntomas y la gravedad de la deshidratación antes de utilizar esta solución.

Ingredientes y Preparación:

Para preparar una solución de rehidratación oral casera, se necesitan los siguientes ingredientes:

  • 3.5 gramos de sal: Esto equivale a aproximadamente 1/2 cucharadita de sal de mesa común (no yodada). Es crucial utilizar la cantidad precisa para asegurar la efectividad de la solución.
  • 40 gramos de azúcar: Esto corresponde a aproximadamente 2 cucharadas soperas de azúcar común. La cantidad de azúcar es fundamental para reponer los electrolitos perdidos.
  • 1 litro de agua potable limpia: Asegúrate de que el agua esté limpia y potable. El agua hervida y enfriada es una opción segura.

Instrucciones:

  1. Mide con precisión los ingredientes: Utiliza una balanza de precisión (si está disponible) para asegurar la correcta cantidad de sal y azúcar, o bien, sigue las equivalencias de las medidas aproximadas indicadas.
  2. Combina los ingredientes: Coloca el agua potable limpia en un recipiente limpio. Añade la sal y el azúcar.
  3. Remueve hasta disolver completamente: Remueve la mezcla hasta que la sal y el azúcar se disuelvan completamente. Asegúrate de no dejar grumos. Una solución homogénea es clave para su absorción.
  4. Enfría la solución (opcional): Si el entorno está muy caliente, es recomendable enfriar la solución antes de administrarla.

Recomendaciones:

  • Mantén la solución en refrigeración: Una vez preparada, guarda la solución en el refrigerador para mantener su frescura y evitar el crecimiento de bacterias. No la uses si está contaminada o tiene un mal olor.
  • Administra la solución poco a poco: Si es necesario, administra la solución en pequeñas cantidades y con frecuencia. No fuerces a la persona a beberla si no quiere.
  • Observa la reacción: Presta atención a la reacción de la persona mientras consume la solución. Si empeoran sus síntomas, interrumpe la administración y consulta con un profesional de la salud inmediatamente.
  • Sustitutivos: Evitar bebidas azucaradas, zumos o café, ya que podrían interferir con la absorción de la solución.

Importancia de la consulta médica:

Recuerda que esta guía proporciona información general. La deshidratación puede ser grave, por lo que siempre es crucial consultar con un profesional de la salud para un diagnóstico adecuado y un tratamiento específico. Si la persona presenta signos de deshidratación grave, como disminución del nivel de conciencia o respiración dificultosa, busca atención médica urgente. La automedicación puede ser perjudicial en estos casos.