¿Cómo se siente la boca con ansiedad?

Cómo se siente la boca con ansiedad

La ansiedad es una respuesta natural a situaciones estresantes, pero también puede tener efectos físicos desagradables, como boca seca y una sensación pastosa en la garganta. Estos síntomas se deben a una disminución de la producción de saliva, causada por el efecto del estrés sobre las glándulas salivares.

Boca seca

La boca seca, médicamente conocida como xerostomía, es un síntoma común de ansiedad. La saliva juega un papel vital en la salud bucal, ayudando a lubricar la boca, eliminar bacterias y neutralizar los ácidos. Cuando la producción de saliva disminuye, la boca puede volverse seca y áspera.

Sensación pastosa en la garganta

La saliva también ayuda a lubricar la garganta y facilitar la deglución. La ansiedad puede provocar una disminución de la producción de saliva, lo que lleva a una sensación de sequedad o aspereza en la garganta. Esto puede hacer que tragar sea difícil o incómodo.

Otros síntomas

Además de boca seca y sensación pastosa en la garganta, la ansiedad también puede causar otros síntomas en la boca, como:

• Sabor metálico o amargo
• Dificultad para hablar o cantar
• Llagas o aftas
• Halitosis (mal aliento)

Causas

El estrés y la ansiedad pueden activar el sistema nervioso simpático, que provoca la liberación de hormonas como la adrenalina y el cortisol. Estas hormonas pueden disminuir la producción de saliva al desviar el flujo sanguíneo de las glándulas salivares.

Remedios

Si sufres de boca seca y sensación pastosa en la garganta debido a la ansiedad, hay algunos remedios que puedes probar:

• Bebe mucha agua para ayudar a lubricar la boca y la garganta.
• Mastica chicle sin azúcar para estimular la producción de saliva.
• Usa chupas o pastillas para promover la salivación.
• Utiliza un humidificador en casa o en el trabajo para agregar humedad al aire.
• Evita el alcohol y la cafeína, que pueden deshidratar aún más la boca.
• Controla los niveles de ansiedad mediante técnicas de relajación como la respiración profunda, el yoga o la meditación.

Si tus síntomas son graves o persistentes, es importante consultar a un médico o dentista. Pueden descartar otras afecciones subyacentes y recomendar tratamientos más específicos.