¿Cómo te detectan la depresión?

Cómo se diagnostica la depresión

La depresión es un trastorno mental común que afecta a personas de todas las edades. Puede causar sentimientos de tristeza, desesperanza y pérdida de interés en las actividades. Si bien no existe una prueba única para diagnosticar la depresión, los médicos utilizan varios criterios para determinar si una persona tiene el trastorno.

Uno de los criterios más importantes es la presencia de un estado de ánimo depresivo o una pérdida de interés durante la mayor parte del día, casi todos los días, durante al menos dos semanas. Otros síntomas que pueden indicar depresión incluyen:

• Cambios en el apetito o el peso
• Problemas para dormir o dormir demasiado
• Fatiga o pérdida de energía
• Sentimientos de inutilidad o culpa
• Dificultad para concentrarse o tomar decisiones
• Pensamientos de muerte o suicidio

Si alguien experimenta estos síntomas, es importante que consulte con un médico o profesional de salud mental. El médico le hará preguntas sobre los síntomas y puede realizar un examen físico para descartar otras posibles causas de los síntomas. El médico también puede ordenar pruebas de laboratorio para descartar afecciones médicas que puedan estar causando los síntomas.

Si el médico sospecha que una persona tiene depresión, puede utilizar una herramienta de diagnóstico llamada Criterios de diagnóstico e investigación para los trastornos mentales (DSM-5) para diagnosticar el trastorno. El DSM-5 proporciona una lista de síntomas y criterios que deben cumplirse para un diagnóstico de depresión.

Una vez que se diagnostica la depresión, el médico puede recomendar un plan de tratamiento. El plan de tratamiento puede incluir terapia, medicamentos o una combinación de ambos. La terapia puede ayudar a las personas a comprender su depresión y desarrollar habilidades para sobrellevarla. Los medicamentos pueden ayudar a aliviar los síntomas de la depresión.

Si está experimentando síntomas de depresión, es importante buscar ayuda. La depresión es una afección tratable y, con el tratamiento adecuado, las personas pueden mejorar.