¿Por qué Electrolit no tiene sellos?

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Electrolit, al contener una alta concentración de azúcar (equivalente a un jugo de 250 ml o un té de 600 ml), no cumple con los requisitos para ostentar sellos de advertencia nutricional. Su clasificación como producto para rehidratación, debido a sus ingredientes, impide la aplicación de dichas etiquetas.
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¿Por qué Electrolit no tiene sellos?

La ausencia de sellos de advertencia nutricional en los productos Electrolit es un tema que genera preguntas frecuentes. La respuesta no se basa en una falta de cumplimiento por parte de la empresa, sino en la propia naturaleza del producto y las normas que lo regulan.

Electrolit, como bebida para rehidratación, se diferencia significativamente de otros productos alimenticios. Su formulación, basada en una alta concentración de electrolitos y una cierta cantidad de azúcar, se orienta a una necesidad específica: la reposición de sales perdidas, principalmente en situaciones de deshidratación. Esta concentración azucarada, equivalente a un jugo de 250ml o un té de 600ml, juega un papel crucial en la absorción de los electrolitos.

Sin embargo, esta característica crucial para su función principal, hace que no se ajuste a las categorías de productos que habitualmente requieren sellos de advertencia nutricional. Estas etiquetas, diseñadas para alertar sobre un alto contenido de azúcar, grasas saturadas o sodio, están orientadas a productos cuyo consumo regular puede implicar un riesgo para la salud.

La clasificación de Electrolit como producto para rehidratación es fundamental. Esta clasificación, basada en su composición y función específica, es lo que impide la aplicación de los sellos de advertencia nutricional. Es decir, se considera que su consumo en las situaciones previstas – como rehidratación después de un ejercicio intenso o diarrea – es diferente de una ingesta regular.

En resumen, la falta de sellos en Electrolit no significa que el producto carezca de valor nutricional o que no precise de control de calidad. Se trata de una diferencia en la categoría de producto y la forma en que se orienta su consumo. La alta concentración de azúcar, lejos de ser un inconveniente en situaciones de necesidad, es un componente crucial para su función rehidratante. Lo importante es comprender el contexto de uso del producto, más que aplicar etiquetas diseñadas para otro tipo de bebidas o alimentos.