¿Por qué no me emborracho?

0 ver

Tu cuerpo puede carecer de las enzimas necesarias para procesar el alcohol, impidiendo su metabolización y provocando una baja tolerancia. Esta deficiencia enzimática, frecuentemente de origen genético, explica por qué algunas personas, especialmente de ascendencia asiática, no se emborrachan fácilmente, incluso con cantidades moderadas de alcohol.

Comentarios 0 gustos

¿Por qué a mí no me “hace efecto”? El misterio de la resistencia al alcohol

¿Alguna vez te has preguntado por qué tus amigos parecen más afectados por el alcohol que tú, incluso después de haber bebido la misma cantidad? La sensación de “no emborracharse” puede ser intrigante, e incluso frustrante para algunos. Si bien la respuesta no es única y depende de diversos factores, existe una explicación científica que arroja luz sobre este fenómeno: la deficiencia enzimática.

El alcohol, una vez ingerido, comienza un proceso de metabolización en nuestro organismo, principalmente en el hígado. Este proceso se lleva a cabo gracias a la acción de diversas enzimas, siendo las principales la alcohol deshidrogenasa (ADH) y la aldehído deshidrogenasa (ALDH). Estas enzimas trabajan en conjunto para descomponer el alcohol en sustancias menos tóxicas, que posteriormente se eliminan del cuerpo.

Sin embargo, no todos poseemos las mismas cantidades y eficiencia de estas enzimas. Aquí es donde entra en juego la deficiencia enzimática. Algunas personas, debido a variaciones genéticas, pueden tener una producción menor o una versión menos eficiente de estas enzimas, especialmente de la ALDH.

¿Cómo afecta esto a la experiencia con el alcohol? Si la ALDH no funciona correctamente, el acetaldehído, un producto intermedio de la descomposición del alcohol, se acumula en el cuerpo. El acetaldehído es mucho más tóxico que el alcohol en sí mismo, y es el responsable de muchos de los efectos desagradables de la resaca: náuseas, dolor de cabeza, enrojecimiento facial, taquicardia, etc.

En personas con una deficiencia significativa de ALDH, este compuesto se acumula rápidamente, provocando una reacción adversa incluso con pequeñas cantidades de alcohol. Paradójicamente, esta reacción, aunque incómoda, puede evitar que la persona beba en exceso, dando la impresión de que “no se emborracha”. No es que no se emborrachen, sino que su cuerpo les “avisa” antes de llegar a ese punto.

La ascendencia asiática y la deficiencia enzimática: Es importante señalar que esta deficiencia enzimática es más común en personas de ascendencia asiática, particularmente de países del este y sudeste asiático. Esto no significa que todas las personas de ascendencia asiática tengan esta deficiencia, pero la prevalencia es considerablemente mayor que en otros grupos étnicos.

Más allá de la deficiencia enzimática: Es crucial recordar que la deficiencia enzimática no es la única razón por la que alguien puede parecer menos afectado por el alcohol. Otros factores influyentes son:

  • Peso y composición corporal: Las personas con mayor masa muscular y menor grasa corporal tienden a metabolizar el alcohol más eficientemente.
  • Sexo: Los hombres generalmente tienen una mayor cantidad de ADH que las mujeres, lo que les permite procesar el alcohol más rápidamente.
  • Consumo previo de alimentos: Comer antes de beber ralentiza la absorción del alcohol en el torrente sanguíneo.
  • Tolerancia: El consumo regular de alcohol puede llevar al desarrollo de tolerancia, lo que significa que se necesita más alcohol para sentir los mismos efectos.
  • Metabolismo individual: Cada persona tiene un metabolismo único, que afecta la velocidad a la que procesa el alcohol.

En conclusión, la sensación de “no emborracharse” puede ser el resultado de una combinación de factores, siendo la deficiencia enzimática una explicación importante, especialmente en personas de ascendencia asiática. Sin embargo, es fundamental comprender que la resistencia aparente al alcohol no es un permiso para beber en exceso. El consumo responsable es esencial para la salud y el bienestar, independientemente de la tolerancia individual.

Importante: Este artículo tiene fines informativos y no debe ser considerado como consejo médico. Si tienes inquietudes sobre tu tolerancia al alcohol o los efectos del alcohol en tu salud, consulta a un profesional de la salud.