¿Por qué salen los nevus?

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Aunque la causa exacta del origen de los nevus es desconocida, se cree que la genética y la exposición solar excesiva durante la infancia juegan un papel importante en su desarrollo. Las personas de piel clara y quienes viven en regiones con mucha radiación solar tienen una mayor predisposición a presentarlos.
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El Misterio de los Nevus: ¿Por qué aparecen estas marcas en nuestra piel?

Los nevus, comúnmente conocidos como lunares, son manchas pigmentadas en la piel que aparecen en diferentes formas, tamaños y colores. Si bien adornan la piel de millones de personas, su origen sigue siendo un enigma parcialmente desvelado por la ciencia. Aunque no existe una respuesta definitiva a la pregunta “¿Por qué salen los nevus?”, la investigación ha apuntado a un complejo entramado de factores, donde la genética y la exposición solar juegan roles cruciales, pero no exclusivos.

La genética, como la conductora de una orquesta, parece orquestar la predisposición a la formación de nevus. Estudios sugieren una base hereditaria, observándose una mayor incidencia en familias con antecedentes de múltiples lunares. Sin embargo, la genética no dictamina con total precisión la aparición de cada lunar; la interacción entre múltiples genes y otros factores ambientales parece ser crucial. No se trata de una simple herencia mendeliana, sino de una compleja interacción poligénica.

Otro factor determinante es la exposición solar, especialmente durante la infancia. La radiación ultravioleta (UV) del sol, aunque esencial para la síntesis de vitamina D, puede actuar como un potente estímulo en la producción de melanocitos, las células responsables de la pigmentación de la piel. Una exposición excesiva y temprana a la radiación UV, particularmente en niños de piel clara, puede desencadenar la proliferación anormal de melanocitos, dando lugar a la aparición de nuevos nevus o al crecimiento de los ya existentes. Por ello, la protección solar en la infancia es fundamental para minimizar este riesgo.

Este aumento de riesgo en individuos de piel clara se debe a una menor producción de melanina, el pigmento que protege la piel de los dañinos rayos UV. Con menor melanina, la piel es más vulnerable a los efectos de la radiación solar, aumentando la probabilidad de desarrollo de nevus y, a largo plazo, el riesgo de melanoma, un tipo de cáncer de piel. De igual manera, las personas que habitan en regiones con alta radiación solar, como zonas tropicales o de alta altitud, presentan una mayor prevalencia de nevus.

En resumen, la aparición de nevus es un proceso multifactorial aún no completamente comprendido. Si bien la predisposición genética y la exposición solar durante la infancia son factores clave, otros elementos ambientales y posiblemente epigenéticos podrían estar involucrados. La investigación continúa para desentrañar el misterio completo del origen de los nevus, pero mientras tanto, la prevención mediante la protección solar desde temprana edad se presenta como una estrategia fundamental para minimizar el riesgo y preservar la salud de la piel.