¿Qué le hace el complejo B al hígado?

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Un estudio preclínico en Singapur sugiere que las vitaminas B, específicamente la B12 y el ácido fólico, podrían contribuir a revertir el proceso patológico en casos avanzados de enfermedad del hígado graso no alcohólico, aunque se necesita más investigación para confirmar su eficacia en humanos.

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El complejo B y el hígado: ¿un rayo de esperanza para la enfermedad del hígado graso?

El hígado, ese órgano incansable que filtra nuestra sangre y procesa nutrientes, puede verse afectado por diversas enfermedades, siendo la enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA) una de las más comunes en la actualidad. Se caracteriza por la acumulación de grasa en el hígado, pudiendo derivar en inflamación, fibrosis e incluso cirrosis en casos avanzados.

Mientras que las causas exactas de la EHGNA son complejas y aún investigándose, sabemos que la obesidad, la diabetes tipo 2 y el síndrome metabólico juegan un papel importante. Actualmente, no existe un tratamiento específico para la EHGNA, siendo la modificación del estilo de vida, como la pérdida de peso y la alimentación saludable, las principales recomendaciones.

Sin embargo, un nuevo estudio preclínico realizado en Singapur ha arrojado luz sobre el posible papel del complejo B en el tratamiento de esta enfermedad. Específicamente, la vitamina B12 y el ácido fólico se han mostrado prometedores al revertir el proceso patológico de la EHGNA en modelos animales.

Estas vitaminas, esenciales para el metabolismo celular y la síntesis de ADN, parecen influir en la expresión de genes relacionados con la inflamación y la fibrosis hepática, dos procesos clave en la progresión de la EHGNA.

Es importante destacar que este estudio se realizó en animales y se necesita más investigación para confirmar estos hallazgos en humanos.

A pesar de esto, el estudio abre una puerta a nuevas posibilidades terapéuticas para la EHGNA. Si se confirman estos resultados en humanos, la suplementación con vitamina B12 y ácido fólico podría convertirse en una herramienta valiosa en el tratamiento de esta enfermedad, especialmente en etapas avanzadas.

Mientras tanto, es fundamental mantener un estilo de vida saludable para prevenir y controlar la EHGNA. Una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras y baja en grasas saturadas, junto con la práctica regular de ejercicio físico, son pilares fundamentales para un hígado sano.

Es importante recordar que la información aquí presentada no debe sustituir la consulta con un profesional de la salud. Si presentas síntomas de enfermedad hepática o tienes dudas sobre tu salud, te recomendamos acudir a tu médico para una evaluación y tratamiento adecuados.