¿Qué lente se asemeja más al ojo humano?

La búsqueda del equivalente óptico: ¿Qué lente imita mejor la visión humana?

La fotografía, en su afán por capturar la realidad, persigue constantemente la imitación de la percepción humana. Una pregunta recurrente entre fotógrafos, especialmente los que se inician, es: ¿qué lente se acerca más a la forma en que vemos el mundo? La respuesta, aunque no es una cifra exacta, se sitúa alrededor de los 43 mm.

Esta equivalencia se refiere a lentes en cámaras de formato completo (full-frame). Para cámaras con sensores más pequeños (APS-C, Micro Cuatro Tercios, etc.), la equivalencia en milímetros varía según el factor de multiplicación del sensor. Un 43 mm en una cámara full-frame, por ejemplo, equivaldría a un 28 mm en una cámara APS-C con un factor de multiplicación de 1.5x. Es crucial tener en cuenta este factor para obtener la perspectiva deseada.

La razón de los 43 mm reside en la anatomía y la fisiología del ojo humano. Nuestra visión abarca un campo visual considerable, pero la percepción de la profundidad y la perspectiva se asemeja más a la vista de un lente con esta distancia focal. Un lente de 43 mm ofrece un campo de visión natural, relativamente cercano a lo que perciben nuestros ojos, minimizando la distorsión y presentando una perspectiva equilibrada entre la amplitud y los detalles.

Sin embargo, la perfección es un ideal inalcanzable. No existe un lente que reproduzca fielmente la complejidad de la visión humana, con su capacidad de adaptación, enfoque automático y percepción de la profundidad en un rango dinámico incomparable. Los 43 mm representan, por lo tanto, una aproximación, una buena simulación, pero no una copia exacta.

Por esta razón, los fotógrafos recurren a lentes cercanos a esta distancia focal. Un 45 mm, generalmente disponible en la mayoría de las marcas, es la opción más común y cercana a los 43 mm. Se considera un buen compromiso, ofreciendo una perspectiva natural y versátil. Un 35 mm proporciona un ángulo de visión ligeramente más amplio, mientras que un 50 mm ofrece un encuadre más estrecho, ambos alejándose de la perspectiva “normal” que imita el ojo humano.

En conclusión, si buscamos emular la visión humana con un lente, la distancia focal ideal se sitúa alrededor de los 43 mm. Aunque un lente de 45 mm es la mejor opción disponible en el mercado, la elección final dependerá del sensor de la cámara y del efecto visual que se busque lograr. La búsqueda del “lente perfecto” es una búsqueda continua, reflejo del propio proceso de la creación fotográfica y la búsqueda de la representación más fiel de nuestra realidad percibida.