¿Qué pasa si entra agua oxigenada en el torrente sanguíneo?

El peligro oculto del peróxido de hidrógeno en el torrente sanguíneo

El peróxido de hidrógeno, comúnmente conocido como agua oxigenada, es un desinfectante de uso doméstico que encontramos en la mayoría de los botiquines. Aunque es seguro para uso externo en heridas menores, su introducción en el torrente sanguíneo es extremadamente peligrosa y puede tener consecuencias fatales.

¿Qué sucede si el peróxido de hidrógeno entra en contacto con la sangre? La respuesta es sencilla: reacciona con la hemoglobina, la proteína que transporta oxígeno en la sangre. Esta reacción provoca la liberación rápida de oxígeno en forma de burbujas, un proceso conocido como embolia gaseosa.

Las burbujas de oxígeno, al ser más grandes que los glóbulos rojos, obstruyen los vasos sanguíneos, impidiendo el flujo sanguíneo normal. Esto puede llevar a:

• Embolias: La obstrucción de los vasos sanguíneos puede causar daños graves en los órganos, incluyendo el cerebro, los pulmones y el corazón.
• Paro cardíaco: La obstrucción de las arterias coronarias, que suministran sangre al corazón, puede provocar un paro cardíaco.
• Daño cerebral: La falta de oxígeno al cerebro puede causar daño neurológico permanente, incluyendo parálisis, pérdida de memoria y coma.
• Muerte: En casos graves, la embolia gaseosa puede ser fatal.

Es importante destacar que la inyección de peróxido de hidrógeno es una práctica extremadamente peligrosa y nunca debe ser realizada. Existen otras formas seguras y efectivas para tratar infecciones o heridas.

Si se sospecha que alguien ha inyectado o ingerido peróxido de hidrógeno, es crucial buscar atención médica de inmediato.

Recuerda: el peróxido de hidrógeno es un producto de uso externo y solo debe utilizarse según las indicaciones del fabricante. Nunca se debe utilizar para tratar heridas profundas o para su ingestión.