¿Qué pasa si pongo agua oxigenada en una herida infectada?

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El agua oxigenada, aunque se cree útil en heridas infectadas por su acción antiséptica leve y hemostática, no debe usarse en piel sana. Existen alternativas más eficaces y seguras, como Betadine o Cristalmina, que se recomiendan para el tratamiento de heridas.
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El mito del agua oxigenada en heridas infectadas: ¿Ayuda o perjudica?

El agua oxigenada (peróxido de hidrógeno) es un elemento de botiquín casero presente en la mayoría de los hogares. Su burbujeo al contacto con una herida, a menudo asociado con una limpieza profunda, ha perpetuado la creencia popular de que es un eficaz tratamiento para infecciones. Sin embargo, la realidad es más compleja y, en muchos casos, utilizar agua oxigenada en una herida infectada puede ser contraproducente.

Si bien es cierto que el peróxido de hidrógeno posee una leve acción antiséptica, su capacidad para eliminar bacterias es limitada y, lo que es más importante, daña los tejidos sanos. Ese característico burbujeo que muchos consideran una señal de limpieza efectiva, en realidad representa la destrucción de células nuevas que se encuentran en proceso de reparación. Este daño tisular retrasa la cicatrización y, paradójicamente, puede facilitar la entrada de nuevas bacterias a la herida, empeorando la infección.

Es fundamental recordar que el agua oxigenada no debe utilizarse en piel sana. Su aplicación en tejidos no infectados simplemente causa irritación, inflamación y, como ya se mencionó, dificulta la regeneración celular. En heridas superficiales pequeñas y limpias, su uso podría ser insignificante, pero en casos de heridas infectadas o profundas, su empleo resulta francamente desaconsejado.

Entonces, ¿qué hacer ante una herida infectada? Existen alternativas mucho más eficaces y seguras que el agua oxigenada. Productos como la povidona yodada (Betadine) y la clorhexidina (Cristalmina) son antisépticos que muestran una mayor efectividad contra una amplia gama de microorganismos, sin causar el daño tisular asociado al peróxido de hidrógeno. Estos productos, aplicados según las indicaciones del prospecto o bajo la supervisión de un profesional sanitario, promueven una cicatrización más rápida y eficiente.

En casos de heridas profundas, supurantes o con signos de infección severa (enrojecimiento intenso, dolor significativo, hinchazón, pus abundante, fiebre), la automedicación resulta inapropiada y peligrosa. La consulta inmediata con un médico o enfermero es crucial para recibir un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado. Un profesional de la salud podrá evaluar la gravedad de la infección y determinar el mejor procedimiento, que podría incluir la limpieza quirúrgica, la administración de antibióticos o el drenaje de la herida.

En resumen, la creencia de que el agua oxigenada es un tratamiento eficaz para heridas infectadas es un mito que persiste a pesar de la evidencia científica. Optar por antisépticos como Betadine o Cristalmina, y buscar atención médica ante infecciones severas, son pasos cruciales para una cicatrización correcta y la prevención de complicaciones. No se automedique, la salud de su herida es fundamental.