¿Qué pasa si tengo relaciones en mi periodo y sin protección y eyacula adentro?

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El riesgo de embarazo aumenta durante la menstruación, aunque es menor que en otros momentos del ciclo. Sin protección, la posibilidad de gestación y contagio de enfermedades de transmisión sexual se eleva significativamente, independientemente del periodo menstrual. La práctica sexual segura siempre implica métodos anticonceptivos y pruebas de ETS.
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Relaciones durante la menstruación sin protección: Riesgos y realidades

La creencia popular de que es imposible quedar embarazada durante la menstruación es un mito persistente. Si bien el riesgo es menor que en otros momentos del ciclo, tener relaciones sexuales sin protección durante el periodo menstrual, con eyaculación interna, significa una posibilidad real, aunque reducida, de embarazo y un riesgo considerable de contraer enfermedades de transmisión sexual (ETS).

El riesgo disminuido de embarazo durante la menstruación se debe a que la ventana fértil, el periodo de mayor probabilidad de ovulación y concepción, generalmente no coincide con los días de sangrado menstrual. Sin embargo, la duración y regularidad del ciclo menstrual varía entre las mujeres. Algunos ciclos son más cortos o irregulares, lo que podría hacer que la ovulación ocurra antes de lo esperado, incluso durante el periodo. Además, el esperma puede sobrevivir en el tracto reproductivo femenino hasta 5 días, lo que significa que si la ovulación se produce poco después del final de la menstruación, la posibilidad de fertilización se mantiene. Por lo tanto, pensar que el sangrado menstrual ofrece una protección natural contra el embarazo es un error peligroso.

La ausencia de protección durante la actividad sexual es un factor crucial que incrementa exponencialmente el riesgo, independientemente del momento del ciclo menstrual. La eyaculación interna durante el periodo aumenta significativamente la probabilidad de embarazo porque los espermatozoides se depositan directamente en el entorno vaginal y cervical, aunque la sangre menstrual pueda reducir la viabilidad de algunos espermatozoides. Esta reducción, sin embargo, no garantiza la prevención de la concepción.

El riesgo de contraer una ETS es mucho mayor que el de embarazo en este escenario. Las ETS pueden transmitirse a través del contacto sexual, sin importar si es durante la menstruación o no. El sangrado menstrual incluso podría facilitar la transmisión de algunas infecciones, ya que la sangre puede actuar como vehículo para ciertos patógenos. La falta de protección incrementa considerablemente la vulnerabilidad a infecciones como la clamidia, la gonorrea, la sífilis, el VIH, entre otras.

En conclusión, la seguridad sexual no se negocia. La creencia de que el periodo menstrual ofrece protección contra el embarazo es falsa y peligrosa. La práctica sexual responsable y segura implica el uso constante de métodos anticonceptivos, como preservativos, píldoras anticonceptivas, DIU, entre otros, y la realización periódica de pruebas de ETS. Informarse adecuadamente y consultar con un profesional de la salud es crucial para tomar decisiones responsables y proteger la salud sexual y reproductiva. No se debe confiar en métodos anticonceptivos “naturales” o en mitos populares. La única forma de minimizar los riesgos de embarazo y ETS es la prevención a través de prácticas sexuales seguras y responsables.