¿Qué pose hacer para tener un niño?

¿Existe la “Pose del Niño”? Desmintiendo Mitos sobre la Concepción

La búsqueda del embarazo es un camino lleno de esperanzas, expectativas y, a menudo, una gran cantidad de información confusa y contradictoria. Dentro de este universo, una pregunta recurrente que se escucha es: “¿Existe una posición sexual específica que me garantice tener un niño?”. La respuesta, lamentablemente, es no. Si bien la ciencia ha avanzado enormemente en el campo de la fertilidad, la determinación del sexo del bebé sigue siendo un proceso complejo y, en gran medida, aleatorio.

El Mito de la Penetración Profunda y los Espermatozoides “Masculinos”

Algunas fuentes, como bien indicas, sugieren que posiciones sexuales que facilitan la penetración profunda, como la popularmente conocida “posición del perrito” (o “doggy style”), podrían aumentar las probabilidades de concebir un niño varón. La lógica detrás de esta creencia reside en la idea de que, al acercar los espermatozoides lo más posible al cuello uterino, se facilita el acceso a aquellos que portan el cromosoma Y (responsables de la determinación del sexo masculino).

Esta teoría se basa en especulaciones sobre la velocidad y resistencia de los espermatozoides “masculinos” (portadores del cromosoma Y) frente a los “femeninos” (portadores del cromosoma X). Se cree, erróneamente, que los espermatozoides Y son más rápidos pero menos resistentes, por lo que al llegar antes al óvulo (gracias a la penetración profunda), tendrían más chances de fecundarlo.

La Realidad Científica: El Sexo del Bebé es Cosa del Azar (Casi)

Aunque esta idea puede sonar atractiva, la verdad es que no existe evidencia científica sólida que la respalde. La determinación del sexo del bebé es un proceso mucho más complejo que simplemente la cercanía de los espermatozoides al óvulo.

Aquí algunos puntos clave a considerar:

• El cromosoma determinante lo aporta el espermatozoide: Es el espermatozoide el que, al fecundar el óvulo, decide si el bebé será hombre (XY) o mujer (XX).
• La velocidad y resistencia de los espermatozoides son multifactoriales: La motilidad y viabilidad de los espermatozoides están influenciadas por factores como la salud del hombre, su estilo de vida (alimentación, ejercicio, hábitos tóxicos) y las características del semen. No hay una diferenciación comprobada entre espermatozoides X e Y en cuanto a velocidad o resistencia.
• El ambiente vaginal: El pH y la consistencia del moco cervical también juegan un papel en la supervivencia de los espermatozoides, pero no hay evidencia que indique que estos factores favorezcan la supervivencia selectiva de espermatozoides X o Y.
• El momento de la ovulación: Aunque existe la teoría del “Shettles Method”, que propone sincronizar las relaciones sexuales con el momento de la ovulación para influir en el sexo del bebé, su efectividad no está científicamente probada y es controvertida.

En conclusión: Disfruta el Proceso, No te Obsesiones

Si bien es comprensible el deseo de algunas parejas de tener un hijo de un sexo específico, es importante recordar que la concepción es un proceso natural y que la determinación del sexo del bebé es, en gran medida, un juego del azar.

En lugar de obsesionarse con posiciones sexuales específicas, lo más recomendable es enfocarse en:

• Mantener una vida sexual saludable y placentera: El estrés y la ansiedad pueden afectar la fertilidad tanto en hombres como en mujeres.
• Consultar con un especialista en fertilidad: Si existen dificultades para concebir, un profesional puede evaluar la situación y ofrecer soluciones basadas en evidencia científica.
• Disfrutar el proceso de intentar tener un hijo: La búsqueda del embarazo es una etapa especial que merece ser disfrutada, independientemente del sexo del futuro bebé.

En definitiva, la “pose del niño” no existe como una estrategia comprobada para concebir un varón. Lo más importante es mantener la calma, disfrutar de la intimidad con tu pareja y buscar asesoramiento profesional si es necesario.