¿Qué tipo de flujo indica infección?

Más Allá del Color: Descifrando el Flujo Vaginal y las Señales de Infección

El flujo vaginal es un fenómeno natural y fisiológico, variando en cantidad, consistencia y color a lo largo del ciclo menstrual y en diferentes etapas de la vida de una mujer. Sin embargo, ciertas características del flujo pueden señalar la presencia de una infección, requiriendo atención médica inmediata. Centrarse únicamente en el color, aunque útil, es insuficiente para un diagnóstico preciso. Analicemos con mayor profundidad los indicadores de infección más allá de la simple tonalidad.

Como se menciona comúnmente, un flujo vaginal amarillento, verde amarillento o verde es una bandera roja. Estos colores, a menudo acompañados de un olor fétido o desagradable, sugieren una posible infección bacteriana como la vaginosis bacteriana (VB), o incluso una infección de transmisión sexual (ITS) como la clamidia o la gonorrea. Sin embargo, es importante comprender que este síntoma no es concluyente por sí solo.

Más allá del color: otros signos de alerta:

• Consistencia: Un flujo espeso, grumoso o similar a requesón puede indicar una infección por levaduras (candidiasis). Un flujo acuoso y abundante puede ser característico de la VB, aunque también puede estar presente en otras afecciones.
• Olor: Un olor fuerte, fétido o “a pescado” es un indicador significativo de infección, particularmente de VB. Un olor dulce y agrio puede sugerir una infección por levaduras.
• Picor y/o irritación: La comezón intensa en la vulva y la vagina es un síntoma común de varias infecciones, incluyendo candidiasis y algunas ITS.
• Dolor: Dolor durante la relación sexual (dispareunia), dolor al orinar (disuria) o dolor pélvico pueden ser señales de infecciones más severas que requieren tratamiento urgente.
• Sangrado intermenstrual: Si experimenta sangrado vaginal entre periodos menstruales, debe buscar atención médica.

La importancia de la evaluación médica profesional:

Es fundamental comprender que la automedicación puede ser peligrosa y retrasar un diagnóstico preciso. El color del flujo, por sí solo, no proporciona un diagnóstico definitivo. Un profesional de la salud realizará una evaluación completa, incluyendo un examen pélvico y, si es necesario, pruebas de laboratorio para identificar el patógeno causante de la infección y prescribir el tratamiento adecuado.

Prevención:

Mantener una buena higiene íntima, utilizando jabones suaves y evitando duchas vaginales, puede ayudar a prevenir infecciones. Practicar sexo seguro con el uso de preservativos es crucial para prevenir ITS.

En conclusión, si observa algún cambio significativo en su flujo vaginal, incluyendo cambios en el color, la consistencia, el olor, o la presencia de síntomas como picor, dolor o sangrado, no dude en consultar a un médico o ginecólogo. Una intervención temprana es clave para un tratamiento eficaz y la prevención de complicaciones. No ignore las señales de su cuerpo. Su salud es lo más importante.