¿Qué tipo de luz es mejor para dormir?

La importancia de la luz adecuada para un sueño reparador

El sueño es fundamental para nuestro bienestar físico y mental. Una de las claves para una noche de descanso reparador es controlar la luz en nuestro entorno antes de acostarnos.

Luz fuerte: un enemigo del sueño

Exponernos a luces brillantes antes de dormir puede suprimir la producción de melatonina, la hormona que ayuda a regular nuestros ciclos de sueño-vigilia. Las luces fuertes, como las de las pantallas de teléfonos inteligentes, tabletas y televisores, pueden interferir con la capacidad de nuestro cuerpo para conciliar el sueño y permanecer dormido.

Luces cálidas: un aliado para el sueño

Por el contrario, las luces cálidas, como las de color rojo o ámbar, promueven la relajación y favorecen el sueño. Estas longitudes de onda de luz no suprimen la producción de melatonina, lo que les permite guiar suavemente a nuestro cuerpo hacia un estado de sueño.

Elegir las luces adecuadas para dormir

Para crear un entorno propicio para el sueño, considera lo siguiente:

• Bombillas amarillas o naranjas: Sustituye las bombillas blancas por bombillas amarillas o naranjas, que emiten una luz más cálida y relajante.
• Luces de lectura: Si necesitas leer antes de acostarte, utiliza una luz de lectura que emita una luz roja o ámbar.
• Luces nocturnas: Para aquellos que necesitan algo de luz durante la noche, las luces nocturnas de color rojo o ámbar pueden proporcionar una iluminación tenue sin interrumpir el sueño.

Conclusión

Controlar la luz antes de acostarnos es esencial para un sueño reparador. Evitando las luces fuertes y optando por luces cálidas, podemos crear un entorno que fomente la relajación y promueva un sueño saludable y rejuvenecedor.