¿Qué tomar para daño de estómago y diarrea?

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Para aliviar la diarrea asociada a gastroenteritis viral en adultos, se pueden considerar antidiarreicos de venta libre como la loperamida o el subsalicilato de bismuto, siempre siguiendo las indicaciones del prospecto. Su uso debe ser temporal y consultar a un médico si los síntomas persisten.

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Alivio para el Malestar Estomacal y la Diarrea: Una Guía Práctica

Sentir dolor de estómago y sufrir diarrea es una experiencia desagradable que, lamentablemente, la mayoría hemos experimentado en algún momento. Las causas pueden ser variadas, desde una simple indigestión hasta una infección viral. Sin embargo, lo importante es saber cómo actuar para aliviar los síntomas y favorecer la recuperación.

Si bien es fundamental identificar la causa subyacente (y en casos graves, acudir al médico), existen medidas generales y remedios que pueden brindar alivio para el malestar estomacal y la diarrea leve.

Priorizando la Hidratación:

La diarrea provoca una pérdida significativa de líquidos y electrolitos, lo que puede llevar a la deshidratación. Por ello, la hidratación es la piedra angular del tratamiento. Se recomienda:

  • Beber agua en pequeños sorbos frecuentemente: Evita beber grandes cantidades de golpe, ya que esto podría empeorar el malestar.
  • Soluciones de rehidratación oral (SRO): Estas soluciones están diseñadas para reponer los electrolitos perdidos (sodio, potasio, cloruro) y son especialmente útiles en casos de diarrea más intensa. Se pueden encontrar en farmacias y vienen en polvo para diluir en agua.
  • Infusiones suaves: El té de manzanilla o jengibre pueden ayudar a calmar el estómago y reducir las náuseas. Evita los tés muy cargados o con cafeína.
  • Caldo claro: El caldo de pollo o verduras, bajo en grasa, puede ser una fuente nutritiva y fácil de digerir, a la vez que aporta líquidos.

Alimentación Suave y Gradual:

Una vez que se ha estabilizado la hidratación, es importante reintroducir alimentos de forma gradual y suave. Se recomienda seguir una dieta blanda, evitando alimentos grasosos, picantes o muy procesados. Algunas opciones ideales incluyen:

  • Arroz blanco: Fácil de digerir y ayuda a absorber el exceso de líquido en el intestino.
  • Tostadas de pan blanco: Preferiblemente sin mantequilla ni mermelada.
  • Plátano: Rico en potasio, un electrolito importante que se pierde durante la diarrea.
  • Puré de manzana: Aporta fibra soluble que puede ayudar a regular el tránsito intestinal.
  • Galletas saladas: Una fuente de carbohidratos simples que puede ayudar a estabilizar los niveles de energía.

Remedios de Venta Libre y Cuándo Consultar al Médico:

En algunos casos, se pueden considerar medicamentos de venta libre para aliviar la diarrea.

  • Antidiarreicos (Loperamida o Subsalicilato de Bismuto): Estos medicamentos pueden ayudar a reducir la frecuencia de las deposiciones y aliviar los cólicos abdominales asociados a la diarrea, especialmente en casos de gastroenteritis viral en adultos. Es crucial seguir las indicaciones del prospecto al pie de la letra y usarlos solo temporalmente.

Sin embargo, es fundamental tener en cuenta lo siguiente:

  • NO son adecuados para todos: No se deben usar en niños pequeños ni en personas con fiebre alta o sangre en las heces.
  • NO tratan la causa subyacente: Solo alivian los síntomas.
  • Pueden tener efectos secundarios: Como estreñimiento.

Cuándo es imprescindible consultar al médico:

Si experimentas alguno de los siguientes síntomas, busca atención médica inmediata:

  • Fiebre alta (superior a 38.5°C).
  • Sangre en las heces o vómito.
  • Dolor abdominal intenso y persistente.
  • Signos de deshidratación severa (mareos, orina oscura, boca seca).
  • Diarrea que dura más de 48 horas.
  • Diarrea en bebés o ancianos.

En resumen:

El dolor de estómago y la diarrea pueden ser molestos, pero con la hidratación adecuada, una dieta blanda y, en algunos casos, remedios de venta libre, es posible aliviar los síntomas y favorecer la recuperación. No obstante, es vital estar atento a las señales de alarma y buscar atención médica si los síntomas empeoran o persisten. La prevención, a través de una buena higiene y manipulación segura de los alimentos, es la mejor forma de evitar estas molestias.