¿Qué utilizan los forenses?

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Los forenses emplean kits de recolección de huellas, con protecciones (gafas UV, guantes, mascarillas), instrumentos de precisión (escalas, lupas), reactivos químicos (DFO, ninhydrina, rojo...), pinceles, cintas adhesivas y soportes para el trasplante de las impresiones dactilares y palmares.

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Desentrañando la escena del crimen: Las herramientas del arsenal forense

La ciencia forense, esa disciplina que se mueve entre la meticulosidad científica y la intriga detectivesca, se apoya en un conjunto de herramientas específicas para desentrañar los misterios que yacen tras un delito. El trabajo del forense, cual orfebre de la investigación, requiere de precisión, observación minuciosa y un arsenal tecnológico que le permita “hablar” con las evidencias mudas. Pero, ¿qué instrumentos conforman este kit esencial para develar la verdad?

Más allá de la imagen popularizada por la ficción, el equipo de un investigador forense va mucho más allá de una simple lupa. Se trata de un conjunto diverso y especializado, que se adapta a las particularidades de cada caso. Comenzando por lo fundamental, encontramos los kits de recolección de huellas dactilares. Estos, además de los clásicos polvos (negros, blancos, fluorescentes), incluyen reactivos químicos como la ninhidrina, el DFO (1,8-Diazafluoren-9-ona) o el Rojo de Sudán, cada uno con su especificidad para diferentes superficies y tipos de huellas. La aplicación de estos reactivos, combinada con fuentes de luz forense (incluyendo luz UV), revela impresiones latentes invisibles al ojo humano. Para manipular estas sustancias y las evidencias con la debida precisión, se utilizan pinceles especiales, de cerdas finas y flexibles, que evitan dañar las delicadas marcas. Una vez reveladas, las huellas se fotografían y se levantan mediante cintas adhesivas especiales y se transfieren a soportes para su posterior análisis en el laboratorio.

La protección del investigador y la preservación de la escena del crimen son cruciales. Por ello, el equipo básico también incluye protecciones individuales: guantes, mascarillas y gafas de protección, incluyendo gafas UV, que no solo protegen al forense de posibles contaminantes biológicos o químicos, sino que también previenen la contaminación de la escena con material genético del investigador.

La precisión en la recolección de datos es fundamental. Para ello, el forense utiliza instrumentos de medición como escalas, reglas y calibradores, que permiten documentar con exactitud el tamaño y la ubicación de las evidencias. Las lupas, con diferentes aumentos, y en algunos casos microscopios portátiles, permiten una observación detallada de las muestras in situ.

Además de este equipo básico, existen herramientas más especializadas, como escáneres 3D, cámaras de alta resolución, detectores de metales, kits para la recolección de ADN y equipos de análisis de fluidos corporales. La tecnología avanza constantemente, proporcionando a los forenses nuevas y sofisticadas herramientas que amplían su capacidad para desentrañar los enigmas que se esconden tras la escena del crimen, buscando siempre la verdad con la ciencia como aliada.