¿Cómo se llaman los tipos de lunares?

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Los lunares benignos se clasifican en distintos tipos según su apariencia y ubicación en la piel. Los nevos de unión suelen ser marrones, mientras que los intradérmicos tienden a un marrón claro y pueden tener relieve. Los nevos compuestos presentan una mezcla de características.

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Más Allá del “Lunar”: Una Mirada a la Diversidad de los Nevos

La palabra “lunar” se usa coloquialmente para referirse a una amplia gama de manchas pigmentadas en la piel. Sin embargo, desde una perspectiva dermatológica, la clasificación es mucho más precisa y compleja. El término correcto para la mayoría de estos “lunares” es nevo, y existen varios tipos, categorizados principalmente por su estructura, ubicación en la piel y características visibles. Entender estas diferencias es crucial, no sólo para la estética, sino también para la detección temprana de posibles problemas de salud.

El aspecto de un nevo puede variar significativamente, influyendo en su clasificación. Algunos de los tipos más comunes incluyen:

  • Nevos de unión (o juncionales): Estos son los lunares más comunes, generalmente planos y de color marrón claro a marrón oscuro. Se encuentran en la unión entre la epidermis (capa superficial de la piel) y la dermis (capa más profunda). Suelen aparecer en la infancia o adolescencia y tienden a ser pequeños y bien definidos. A menudo presentan una superficie lisa y uniforme.

  • Nevos intradérmicos: A diferencia de los nevos de unión, estos se encuentran completamente dentro de la dermis. Suelen ser elevados, con una apariencia más abultada y un color que tiende hacia el marrón claro, a veces incluso con un tono rosado o carne. Frecuentemente son más blandos al tacto que los nevos de unión y pueden aparecer en cualquier momento de la vida. La mayoría son pequeños, pero algunos pueden crecer hasta alcanzar un tamaño considerable.

  • Nevos compuestos: Estos representan una mezcla de las características de los nevos de unión y los intradérmicos. Tienen una parte en la unión dermoepidérmica y otra en la dermis. Como resultado, presentan una apariencia intermedia: pueden ser planos o ligeramente elevados, con una gama de colores que va del marrón claro al oscuro, y a veces incluso con un halo más claro alrededor.

  • Nevos azules: Estos nevos se caracterizan por su color azul o azul-grisáceo. Suelen ser pequeños y planos, y se forman por la acumulación de melanocitos (células productoras de melanina) en la dermis profunda.

  • Nevos Spitz (o nevos de células epitelioides): Estos nevos son menos comunes y suelen aparecer en la infancia o adolescencia. Presentan una apariencia ligeramente elevada y son de color rosa o rojo, a veces con un tono marrón o gris. Debido a su apariencia, pueden confundirse con melanomas, por lo que requieren un examen minucioso por un dermatólogo.

Es importante recordar que esta información es de carácter general y no sustituye la consulta con un dermatólogo. Cualquier cambio en el tamaño, forma, color o textura de un nevo, o la aparición de nuevos síntomas como picazón, sangrado o inflamación, requiere una evaluación profesional inmediata. Un dermatólogo podrá realizar un examen completo y determinar si es necesario realizar una biopsia para descartar cualquier condición maligna. La prevención y la detección temprana son clave para la salud de la piel.