¿Cómo midió Aristarco la distancia a la luna?

El Brillante Ingenio de Aristarco: Midiendo la Distancia a la Luna en la Antigüedad

En el crepúsculo del mundo antiguo, cuando la ciencia aún luchaba por separarse del mito, un hombre llamado Aristarco de Samos deslumbró al mundo con sus atrevidas teorías astronómicas. Entre sus hazañas más notables estuvo el cálculo de la distancia a la Luna, un logro extraordinario para su época.

Aprovechando los Eclipses Lunares

Aristarco ideó un ingenioso método para medir la distancia lunar utilizando eclipses lunares. Observó que durante un eclipse lunar total, la Luna se oscurecía por completo cuando pasaba a través de la sombra de la Tierra. Este fenómeno le proporcionó la oportunidad de triangular la distancia entre la Tierra, la Luna y el Sol.

Geometría y Proporciones

En el momento del eclipse lunar, la Tierra, la Luna y el Sol forman un triángulo escaleno. Aristarco calculó el ángulo en el vértice de la Luna utilizando la geometría de sombras. Luego, estimando la distancia entre la Tierra y el Sol (que ya se conocía en ese momento), pudo utilizar las proporciones del triángulo para calcular la distancia a la Luna.

Una Aproximación Impresionante

A través de sus meticulosas observaciones y cálculos, Aristarco llegó a la conclusión de que la Luna estaba aproximadamente a 30 veces el radio terrestre de distancia. Si bien esta estimación era algo menor que el valor real (que es de aproximadamente 60 radios terrestres), fue notablemente precisa para su tiempo.

Un Impacto Duradero

El ingenioso método de Aristarco para medir la distancia a la Luna tuvo un impacto significativo en el desarrollo de la astronomía. Proporcionó una base fundamental para futuras investigaciones sobre el sistema solar y allanó el camino para avances en el cálculo de distancias cósmicas.

El Legado de un Pionero

Aunque las teorías de Aristarco fueron inicialmente descartadas por sus contemporáneos, finalmente ganaron aceptación siglos después. Su trabajo pionero sigue siendo un testimonio de su brillantez científica y su creencia inquebrantable en el poder de la razón. El ingenio de Aristarco ayudó a allanar el camino hacia una comprensión más profunda del universo que nos rodea.