¿Cómo se llama la estrella del sur?

La Discreta Reina del Sur: Conociendo a Sigma Octantis, la Estrella Polar Austral

El hemisferio norte cuenta con Polaris, la brillante Estrella Polar, un faro inconfundible en el cielo nocturno. Pero ¿qué ocurre en el hemisferio sur? A diferencia de su contraparte septentrional, el polo sur celeste no está marcado por una estrella especialmente luminosa. La estrella que ocupa este lugar de honor, aunque modesta en brillo, se llama Sigma Octantis, también conocida como Polaris Australis.

A simple vista, Sigma Octantis es apenas perceptible. Su magnitud aparente de 5,5 la sitúa en el límite de la visibilidad a ojo desnudo, dependiendo considerablemente de la contaminación lumínica del entorno. Esto contrasta fuertemente con la brillante Polaris, fácilmente identificable incluso en cielos urbanos. Esta discreción, sin embargo, no le resta importancia a su papel en la navegación y la astronomía.

Situada en la constelación Octans, el Octante, Sigma Octantis define con precisión el polo sur celeste. Para los navegantes del hemisferio sur a lo largo de la historia, ha sido un punto de referencia fundamental, aunque su tenue luz requiriera de una atención y destreza mayores que la observación de Polaris. Su posición fija en el cielo la convierte en un punto de orientación invaluable, permitiendo determinar la latitud con un sextante o instrumentos similares.

La designación de Sigma Octantis se utiliza con frecuencia, pero también se la conoce como σ Octantis, Sigma Oct o σ Oct, todas referencias a su ubicación en la constelación Octans y su designación de Bayer. Este último sistema de nomenclatura, desarrollado por Johann Bayer en el siglo XVII, utiliza letras griegas para ordenar las estrellas por brillo aparente dentro de cada constelación. En este caso, la “sigma” indica que no es la estrella más brillante de Octans.

En resumen, aunque carezca del brillo y la notoriedad de la Estrella Polar del norte, Sigma Octantis juega un papel igualmente crucial en la astronomía y la navegación del hemisferio sur. Su discreta presencia en el cielo, sin embargo, la convierte en un desafío para los observadores, requiriendo cielos oscuros y ojos agudos para su apreciación. Esta modesta estrella, reina de un polo celeste menos luminoso, es un testimonio silencioso de la belleza y la complejidad del universo.