¿Qué críticas recibió la teoría de Wegener?

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La teoría de Wegener carecía de un mecanismo plausible para el movimiento continental. Sus críticos argumentaban que la fuerza necesaria para mover continentes a través del océano era inexplicable, y la ausencia de evidencia de deformación oceánica significativa debilitaba su hipótesis. La falta de un motor geológico creíble fue una objeción fundamental.
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Crítica a la teoría de la deriva continental de Wegener

La teoría de la deriva continental, propuesta por Alfred Wegener en 1912, enfrentó críticas significativas debido a la falta de un mecanismo plausible para el movimiento continental. Sus detractores argumentaron dos objeciones principales:

Ausencia de un motor geológico

Wegener no pudo proporcionar una explicación convincente de qué fuerzas podrían mover continentes, cada uno con un peso estimado de quintillones de toneladas, a través del vasto océano. La resistencia de la corteza oceánica y el manto subyacente parecía insuperable.

Los críticos argumentaron que ninguna fuerza geológica conocida, como las corrientes oceánicas o las mareas, era lo suficientemente poderosa como para superar la resistencia. Sin un motor geológico creíble, la teoría de Wegener parecía especulativa.

Falta de evidencia de deformación oceánica

Si los continentes se hubieran movido a través del océano, se esperaría observar evidencia significativa de deformación en el fondo marino. Sin embargo, en el momento de la hipótesis de Wegener, no había pruebas concluyentes de tales deformaciones.

Los críticos señalaron que el lecho marino parecía relativamente liso y sin rasgos, lo que sugería que los continentes no se habían movido distancias significativas. La ausencia de evidencia de deformación oceánica debilitó el argumento de Wegener de que los continentes habían estado alguna vez conectados.

Estas críticas fueron obstáculos importantes para la aceptación de la teoría de Wegener. No fue hasta el desarrollo de teorías posteriores sobre la tectónica de placas en las décadas de 1950 y 1960 que se proporcionó una explicación satisfactoria para el movimiento continental. La tectónica de placas propuso la existencia de corrientes de convección dentro del manto, que podían impulsar el movimiento de las placas tectónicas y, por tanto, de los continentes.