¿Qué dos continentes parecen encajar como piezas de un rompecabezas?

La coincidencia enigmática: Sudamérica y África, piezas de un rompecabezas continental

El intrigante encaje de las costas de Sudamérica y África ha fascinado a los científicos durante siglos, sugiriendo una posible relación pasada entre estos dos continentes. La congruencia entre sus formas ha llevado a la creencia de que alguna vez fueron parte de un solo y masivo bloque continental.

Esta observación fue crucial para el desarrollo de la teoría de la deriva continental, propuesta por primera vez por Alfred Wegener a principios del siglo XX. Wegener notó la notable similitud entre las líneas costeras de Sudamérica y África occidental, particularmente a lo largo del Golfo de Guinea y la costa este de Brasil. Esta coincidencia parecía demasiado asombrosa para ser una mera casualidad.

Además de la coincidencia costera, otros factores apoyaron la teoría de Wegener. Los fósiles de ciertas plantas y animales, como los mesosaurios y los cinodontes, se encontraron en ambos continentes, lo que indica que una vez estuvieron conectados. Las estructuras geológicas también mostraron similitudes, lo que sugiere una historia tectónica compartida.

La teoría de la deriva continental afirma que los continentes no son fijos sino que se mueven lentamente sobre la superficie de la Tierra. A lo largo de millones de años, las placas tectónicas que llevan a los continentes se separan y se unen, dando forma a la geografía del planeta.

El encaje entre Sudamérica y África es un ejemplo vívido de este proceso. Los dos continentes se separaron hace aproximadamente 150 millones de años, formando el Océano Atlántico en el medio. Sin embargo, su forma compartida sigue siendo un testimonio de su conexión pasada.

La teoría de la deriva continental ha sido ampliamente aceptada y es un pilar de la geología moderna. Explica cómo los continentes han cambiado de posición a lo largo del tiempo, dando forma a la historia de la vida en la Tierra. Y el intrigante encaje entre Sudamérica y África sigue siendo un fascinante recordatorio de los procesos dinámicos que han dado forma a nuestro planeta.