¿Cómo se sabe si el pescado está malo?

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El pescado en mal estado presenta córnea opaca, pupila grisácea, escamas sueltas, carne desprendida, piel blanda y vísceras inflamadas. La tripa es un indicador temprano de descomposición.
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Cómo reconocer el pescado en mal estado: una guía para garantizar la seguridad alimentaria

El pescado es un alimento nutritivo y versátil que se disfruta en todo el mundo. Sin embargo, es esencial saber cómo identificar el pescado en mal estado para evitar enfermedades transmitidas por los alimentos. A diferencia de la carne, el pescado en mal estado puede ser difícil de detectar, por lo que es crucial estar atento a las siguientes señales:

Ojos:

  • Córnea opaca: La córnea, la parte transparente que cubre el ojo, debe ser clara. Una córnea opaca indica descomposición.
  • Pupila grisácea: La pupila debe ser negra. Una pupila grisácea o turbia es un signo de deterioro.

Escamas:

  • Sueltas: Las escamas deben estar bien adheridas a la piel. Las escamas sueltas indican que el pescado se está descomponiendo.

Carne:

  • Desprendida: La carne debe estar firme y adherida a los huesos. La carne que se desprende fácilmente es una señal de descomposición.
  • Blanda: La carne debe tener una textura firme. La carne blanda o gelatinosa indica deterioro.

Piel:

  • Viscosa: La piel debe ser ligeramente húmeda, pero no viscosa o pegajosa. La viscosidad indica un crecimiento bacteriano.

Vísceras:

  • Inflamadas: Las vísceras, como los intestinos y las agallas, deben tener un color pálido y estar libres de hinchazón o decoloración. Las vísceras inflamadas son un signo de deterioro.

Tripa:

  • Hinchada: La tripa, el área abdominal, es un indicador temprano de descomposición. Una tripa hinchada con gases indica que el pescado se ha echado a perder.

Otros signos:

  • Olor: El pescado fresco debe tener un olor suave a mar. Un olor fuerte o desagradable es una señal de deterioro.
  • Sabor: El pescado fresco debe tener un sabor suave y salado. Un sabor amargo, agrio o metálico indica descomposición.

Si detectas alguno de estos signos, no comas el pescado. Deséchalo inmediatamente y desinfecta todas las superficies que hayan estado en contacto con él.

Es importante tener en cuenta que el pescado puede echarse a perder incluso si se ha refrigerado o congelado. Revisa siempre el pescado antes de cocinarlo o comerlo para garantizar su seguridad.