¿Qué beber cuando tienes reflujo?

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Para el reflujo, el agua es la mejor opción. Su pH neutro (alrededor de 7) ayuda a equilibrar la acidez estomacal, aliviando los síntomas. Se recomienda beber entre 1,5 y 2 litros diarios para un óptimo control del reflujo.

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Reflujo Ácido: La Guía Definitiva de Hidratación para Calmar la Acidez

El reflujo ácido, esa sensación quemante y molesta en el pecho, es un problema común que afecta a millones de personas en todo el mundo. Si bien existen medicamentos y cambios en el estilo de vida que pueden ayudar, a menudo pasamos por alto la importancia de la hidratación. Pero, ¿qué beber cuando el reflujo ácido ataca? La respuesta, aunque simple, es fundamental: agua.

El Agua: Tu Aliado Natural Contra la Acidez

El agua es, sin lugar a dudas, la mejor opción cuando experimentas reflujo. ¿Por qué? La clave reside en su pH neutro (alrededor de 7). Este pH ayuda a neutralizar y diluir el ácido gástrico en el estómago, reduciendo la intensidad de los síntomas del reflujo. Piensa en el agua como un “lavado” que calma la irritación causada por el ácido que sube al esófago.

¿Cuánta Agua es Suficiente?

Si sufres de reflujo ácido, la hidratación constante es crucial. Se recomienda beber entre 1,5 y 2 litros de agua al día. Esta cantidad puede variar dependiendo de tu nivel de actividad física, el clima y otras condiciones de salud. Recuerda que no se trata de beber grandes cantidades de agua de golpe, sino de beber pequeños sorbos a lo largo del día.

Más Allá del Agua: Otras Opciones Considerables

Si bien el agua es la piedra angular de la hidratación para el reflujo, existen otras opciones que pueden complementar su efecto:

  • Té de hierbas no cítrico: Manzanilla, jengibre (en pequeñas cantidades) o regaliz pueden ayudar a calmar la inflamación y el malestar estomacal. Asegúrate de que no contengan cafeína ni cítricos, ya que estos pueden agravar el reflujo.
  • Leche baja en grasa: La leche puede actuar como un amortiguador temporal del ácido gástrico. Sin embargo, es importante optar por variedades bajas en grasa, ya que la grasa puede estimular la producción de ácido.
  • Agua de coco: Naturalmente rica en electrolitos, el agua de coco puede ayudar a rehidratar y calmar el estómago irritado.

Lo Que Debes Evitar a Toda Costa

Tan importante como saber qué beber, es saber qué evitar. Las siguientes bebidas pueden exacerbar los síntomas del reflujo:

  • Bebidas carbonatadas: El gas presente en los refrescos y otras bebidas carbonatadas puede aumentar la presión en el estómago, facilitando el reflujo.
  • Cítricos: Jugos de naranja, limón, pomelo y otras bebidas cítricas son altamente ácidas y pueden irritar el esófago.
  • Alcohol: El alcohol relaja el esfínter esofágico inferior, permitiendo que el ácido gástrico suba más fácilmente.
  • Café: La cafeína estimula la producción de ácido gástrico y puede relajar el esfínter esofágico inferior.
  • Té negro y té verde: Al igual que el café, contienen cafeína y pueden agravar el reflujo.

En Resumen

Si sufres de reflujo ácido, el agua debe ser tu bebida predilecta. Prioriza la hidratación constante y evita las bebidas que pueden agravar tus síntomas. Recuerda que, además de la hidratación, es importante consultar con un médico para un diagnóstico y tratamiento adecuados. Una dieta balanceada, evitar comer antes de acostarte y mantener un peso saludable también son factores clave para controlar el reflujo ácido. ¡Bebe con sabiduría y calma tu acidez!