¿Qué otro nombre recibe la sal celtica?

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La sal celta, también conocida como *sel gris* en francés, es una sal marina sin refinar que conserva minerales y oligoelementos, dándole un color grisáceo y un sabor particular. Proveniente de las costas bretonas, es apreciada en la gastronomía por su textura húmeda y su riqueza mineral.
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Más allá de la blancura: Descubriendo la riqueza de la “Sel Gris”

En el mundo culinario, la búsqueda de sabores auténticos y productos naturales ha llevado a redescubrir tesoros ancestrales. Uno de ellos, proveniente de las costas de Bretaña, Francia, es la sal celta, también conocida como “sel gris”, que en francés significa “sal gris”. Este nombre, lejos de ser un demérito, evoca la autenticidad y riqueza mineral que la caracterizan.

A diferencia de la sal refinada, la “sel gris” se obtiene mediante un proceso artesanal que se ha mantenido casi intacto durante siglos. El agua del mar se recolecta en estanques poco profundos llamados “oeillets” y se deja evaporar naturalmente por la acción del sol y el viento. Durante este proceso, la sal cristaliza y atrapa en su estructura una gran cantidad de minerales y oligoelementos presentes en el agua de mar, como el magnesio, potasio, calcio y hierro.

Esta riqueza mineral es la responsable del característico color grisáceo de la “sel gris”, diferenciándola de la blancura artificial de la sal común. Pero su mayor atributo reside en su sabor: intenso, complejo y ligeramente húmedo, que evoca la fuerza del mar y aporta un toque único a los platos.

La “sel gris” no solo realza el sabor de los alimentos, sino que también aporta beneficios para la salud. Sus minerales y oligoelementos son esenciales para el correcto funcionamiento del organismo, convirtiéndola en una opción más natural y saludable que la sal refinada.

Al elegir “sel gris”, no solo estamos optando por una sal de calidad excepcional, sino que también apoyamos una tradición milenaria y una producción artesanal que respeta el medio ambiente. En cada grano de esta sal se esconde la esencia del mar y la sabiduría de generaciones, esperando a ser descubiertos en cada bocado.