¿Qué tipo de queso puede comer un enfermo renal?

El Queso y la Enfermedad Renal Crónica: Una Guía para Elegir con Sabiduría

La enfermedad renal crónica (ERC) requiere una atención cuidadosa a la dieta, y el queso, un alimento tan apreciado, puede generar dudas en pacientes y familiares. Afortunadamente, no es necesario renunciar completamente a este manjar, siempre que se haga una elección inteligente y se sigan las recomendaciones médicas. La clave, como en muchos aspectos de la dieta para pacientes con ERC, radica en la moderación y la selección cuidadosa de los tipos de queso.

Contrario a la creencia popular, la restricción total de queso no siempre es necesaria. El verdadero desafío reside en controlar el contenido de dos nutrientes clave: sodio y fósforo.

El Sodio: El Enemigo Silencioso: El sodio es el principal factor a considerar al elegir un queso para un paciente con ERC. Un alto consumo de sodio puede agravar la hipertensión arterial, un problema común en la ERC, y sobrecargar los riñones debilitados. Por lo tanto, la prioridad es optar por quesos bajos en sodio. Busque quesos con etiquetas que indiquen un contenido de sodio reducido o “bajo en sodio”. Leche desnatada o descremada utilizada en la elaboración del queso también contribuirá a reducir el contenido de sodio final.

El Fósforo: Un Elemento a Monitorear: El fósforo es otro nutriente que puede acumularse en la sangre de pacientes con ERC, especialmente en etapas avanzadas. Sin embargo, la restricción de fósforo en la dieta no es una regla universal. Solo es necesaria si los análisis de sangre indican niveles de fósforo elevados. Un dietista renal es fundamental en este punto, ya que puede evaluar la situación individual del paciente y determinar si es necesaria una limitación del fósforo en la dieta, incluyendo la cantidad y tipos de queso permitidos. Muchos quesos contienen cantidades variables de fósforo, dependiendo del tipo de leche y del proceso de elaboración.

¿Qué quesos son más adecuados?

No existe una lista definitiva, ya que la tolerancia a diferentes quesos varía según el paciente. Sin embargo, generalmente, los quesos frescos y bajos en grasa, como el queso fresco batido, el requesón bajo en sodio (siempre revisar la etiqueta), o algunos quesos blancos suaves, pueden ser opciones más adecuadas que los quesos curados, que suelen ser más ricos en sodio y fósforo.

Recomendaciones finales:

• Revise siempre las etiquetas: Preste atención al contenido de sodio y fósforo.
• Consulte a un dietista renal: Es fundamental para una planificación nutricional personalizada. Él/ella podrá aconsejar sobre las cantidades y tipos de queso adecuados para su caso específico.
• Moderación es clave: Incluso los quesos permitidos deben consumirse con moderación.
• Explore alternativas: Existen sustitutos del queso, como ciertas leches vegetales fortificadas, que pueden brindar sabor y textura similar sin los inconvenientes para la salud renal.

En resumen, disfrutar de queso con ERC es posible, pero requiere una planificación cuidadosa y el asesoramiento profesional de un equipo médico. Priorice la lectura de las etiquetas, la consulta con un especialista y la moderación para asegurar una alimentación segura y deliciosa.