¿Cómo se clasifican los alimentos OMS?

Más Allá de la Pirámide: Entendiendo la Clasificación NOVA de Alimentos de la OMS

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reconocido la necesidad de un sistema de clasificación de alimentos que vaya más allá de las tradicionales pirámides nutricionales, las cuales, a menudo, resultan confusas y poco prácticas para el consumidor promedio. Es por ello que la OMS apoya el sistema de clasificación NOVA, un sistema sencillo y potente que clasifica los alimentos según su nivel de procesamiento industrial, ofreciendo una guía clara y accesible para una alimentación más saludable.

A diferencia de otras clasificaciones que se centran en el valor nutricional, NOVA se centra en el proceso de elaboración. Este enfoque permite comprender mejor la relación entre el procesamiento industrial y el impacto en la salud, independientemente de su contenido en nutrientes. La clasificación NOVA divide los alimentos en cuatro grupos:

1. Alimentos no procesados o mínimamente procesados: Este grupo comprende alimentos en su estado natural o con mínimas alteraciones. Ejemplos incluyen frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, carnes, pescados y huevos sin ningún tipo de procesamiento añadido más allá de la cosecha, la caza, la pesca o la crianza. Algunos ejemplos de mínimamente procesados serían frutas congeladas sin azúcar añadido o verduras lavadas y cortadas. La clave aquí es la ausencia de ingredientes añadidos que alteren significativamente su composición original.

2. Ingredientes culinarios procesados: En este grupo encontramos sustancias derivadas de alimentos del grupo 1, sometidas a procesos como el prensado, molienda, refinación o pasteurización. Ejemplos son el aceite de oliva virgen extra, la harina de trigo integral, el azúcar sin refinar (como el azúcar moreno), la sal marina sin refinar, o las legumbres secas. Aunque son ingredientes, su consumo debe ser moderado y formar parte de una dieta equilibrada, ya que algunos, como el azúcar sin refinar, aportan calorías vacías.

3. Alimentos procesados: Aquí se agrupan los alimentos elaborados a partir de alimentos de los grupos 1 y 2, con la adición de sal, azúcar u otras grasas. Si bien pueden contener nutrientes, suelen tener un mayor contenido de azúcares, grasas saturadas y sodio que los alimentos de grupos anteriores. Ejemplos incluyen el pan, las conservas de vegetales en salmuera, el queso, o los embutidos curados. La clave es la adición de ingredientes que modifican sustancialmente el producto original, aunque no implique una transformación compleja.

4. Alimentos y bebidas ultraprocesados: Este grupo engloba los productos que resultan de una extensa manipulación industrial, con una larga lista de ingredientes añadidos, incluyendo aditivos, saborizantes, colorantes, y altas cantidades de grasas, azúcares y sal. Son alimentos diseñados para ser atractivos al paladar y que promueven un consumo excesivo. Se trata, en su mayoría, de productos con baja densidad nutricional y alto contenido calórico. Ejemplos incluyen las bebidas azucaradas, la bollería industrial, las patatas fritas, las pizzas precocinadas, los snacks salados y las salsas procesadas.

La clasificación NOVA proporciona una herramienta crucial para entender la complejidad de la industria alimentaria y tomar decisiones más conscientes sobre nuestra alimentación. Promover el consumo de alimentos de los grupos 1 y 2, limitando el consumo de los grupos 3 y 4, es fundamental para una dieta saludable y la prevención de enfermedades crónicas. No se trata de eliminar por completo los grupos 3 y 4, sino de consumirlos con moderación y consciencia, privilegiando siempre opciones con menor grado de procesamiento y mayor valor nutricional. La clave está en una alimentación equilibrada y diversificada, basada en alimentos lo más cerca posible de su estado natural.