¿Qué no se debe hacer cuando estamos en la mesa?

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En la mesa, la etiqueta demanda compostura. Evita hablar con la boca llena o usar los cubiertos para gesticular exageradamente. Abstente de rascarte o realizar movimientos bruscos e inapropiados. Mantén una actitud serena y discreta, respetando el ambiente y a los demás comensales.

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Más Allá del Tenedor: Un Decálogo de lo que NO Debes Hacer en la Mesa

La mesa, escenario de conversaciones animadas, risas compartidas y, por supuesto, deliciosas comidas, también exige un mínimo de protocolo para que la experiencia sea agradable para todos. Más allá de la obvia prohibición de hablar con la boca llena –un clásico ineludible–, existen una serie de acciones que, aunque puedan parecer insignificantes, pueden opacar la armonía del encuentro. Este decálogo desgrana esos pequeños detalles que marcan la diferencia entre una cena placentera y una experiencia incómoda para ti y tus acompañantes.

  1. Hablar con la boca llena (y masticar con la boca abierta): El clásico de los clásicos. Además de antihigiénico, es visualmente desagradable y dificulta la conversación. Espera a tragar antes de contribuir a la charla.

  2. Gestos exagerados con los cubiertos: El tenedor y el cuchillo son herramientas para comer, no para dirigir una orquesta. Evita usarlos para señalar, golpear la mesa o realizar movimientos bruscos e innecesarios.

  3. Rascarte, limpiarte la nariz o peinarte en la mesa: Estos actos, aunque naturales, son inapropiados en un entorno social como una comida. Discúlpate brevemente y realiza estas acciones en privado.

  4. Utilizar el móvil: La mesa no es el lugar adecuado para atender llamadas, revisar mensajes o sumergirse en el mundo digital. Dedica tu atención a tus acompañantes y al momento presente.

  5. Criticar la comida: Incluso si no te gusta el plato, evita comentarios negativos sobre la comida. Un simple “Gracias, lo probaré” es suficiente. La educación ante todo.

  6. Hablar de temas controvertidos o desagradables: La mesa es un espacio para la convivencia y el disfrute. Evita temas que puedan generar discusiones acaloradas o incomodidad entre los comensales.

  7. Llegar tarde: Respeta el tiempo de los demás. Si te retrasas, avisa con anticipación y pide disculpas al llegar.

  8. Comer con demasiada prisa o lentitud: Observa el ritmo de los demás y adapta el tuyo. Comer con demasiada voracidad o con una lentitud extrema puede resultar incómodo para los presentes.

  9. Dejar la mesa desordenada: Al terminar, deja tu plato y cubiertos ordenadamente. Colaborar en la limpieza demuestra respeto por tus anfitriones y por el ambiente.

  10. Olvidar la buena educación: Por último, pero no menos importante, recuerda que la cortesía y la consideración hacia los demás son la base de una buena convivencia en la mesa. Un “por favor”, “gracias” y “disculpa” pueden marcar la diferencia.

Seguir estas sencillas recomendaciones contribuirá a crear un ambiente agradable y relajado en tus próximas comidas. Recuerda que la etiqueta en la mesa no se trata de reglas rígidas, sino de un conjunto de gestos que demuestran respeto y consideración hacia los demás.