¿Qué dice Piaget sobre los niños?

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Piaget postula que la comprensión infantil del mundo evoluciona con la edad. Inician con un conocimiento rudimentario, pero la interacción con el entorno y el aprendizaje constante enriquecen y modifican gradualmente este mapa mental inicial, construyendo una comprensión cada vez más compleja de su realidad.

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El Niño como Constructor de su Conocimiento: La Perspectiva Piagetiana

Jean Piaget, el renombrado psicólogo suizo, revolucionó nuestra comprensión del desarrollo cognitivo infantil. A diferencia de las teorías que veían al niño como un adulto en miniatura, Piaget postuló que la mente infantil no es una versión reducida de la adulta, sino un sistema cognitivo cualitativamente diferente, que se desarrolla a través de una serie de etapas bien definidas. Su teoría, lejos de ser una simple descripción de la adquisición de conocimientos, presenta al niño como un constructor activo de su propia comprensión del mundo.

La premisa central de la teoría piagetiana es la idea de que el conocimiento no se recibe pasivamente, sino que se construye a través de la interacción entre el individuo y su entorno. El niño, desde su nacimiento, no es una “tabula rasa”, sino que posee esquemas de conocimiento rudimentarios, estructuras mentales que le permiten interpretar la información sensorial. Estos esquemas iniciales, aunque limitados, son la base sobre la que se construirá todo su posterior desarrollo cognitivo. Imaginemos al niño como un explorador que inicia su viaje con un mapa muy básico; a medida que explora el territorio, este mapa se amplía, se corrige, y se vuelve cada vez más detallado y preciso.

Esta construcción del conocimiento se realiza a través de dos procesos fundamentales: la asimilación y la acomodación. La asimilación consiste en integrar nueva información en los esquemas preexistentes. Por ejemplo, un niño que ya tiene un esquema para “perro” (cuatro patas, pelo, ladra) asimilará fácilmente la información sobre un nuevo perro que encuentra en el parque. Sin embargo, cuando se encuentra con un gato, su esquema de “perro” resulta insuficiente. Aquí entra en juego la acomodación, que implica modificar los esquemas existentes o crear nuevos para integrar la información contradictoria. El niño deberá ajustar su esquema para diferenciar entre “perro” y “gato”, creando así una comprensión más compleja de los animales.

La interacción entre asimilación y acomodación es la clave del desarrollo cognitivo. Este proceso dinámico y constante de adaptación al entorno permite al niño construir una comprensión cada vez más sofisticada de su realidad, pasando de una forma de pensar intuitiva y egocéntrica a una más lógica y abstracta a lo largo de las diferentes etapas que Piaget describe (sensoriomotriz, preoperacional, operaciones concretas y operaciones formales).

En resumen, para Piaget, el niño no es un simple receptor pasivo de información, sino un científico activo que experimenta, explora, y construye su propia comprensión del mundo. Su teoría destaca la importancia del aprendizaje activo y la interacción con el entorno para el desarrollo cognitivo, un concepto fundamental para la educación y la crianza de los niños. Comprender este proceso de construcción del conocimiento permite a los educadores diseñar estrategias pedagógicas más efectivas, que promuevan la participación activa del niño en su propio aprendizaje.