¿Cómo diferenciar diarrea infecciosa y no infecciosa?

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La diarrea acuosa y frecuente suele indicar una infección viral, mientras que la presencia de sangre o moco sugiere una bacteria. Una diarrea persistente, mayor a dos semanas, apunta a una causa parasitaria o a un origen no infeccioso, como intolerancias alimentarias o enfermedades inflamatorias intestinales.

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Cómo diferenciar la diarrea infecciosa y no infecciosa

La diarrea, definida como la evacuación frecuente de heces líquidas, puede tener diversas causas, tanto infecciosas como no infecciosas. Es importante distinguir entre estos tipos de diarrea para determinar el tratamiento adecuado.

Diarrea infecciosa

  • Virales: Las infecciones virales, como la gastroenteritis por rotavirus o norovirus, suelen causar diarrea acuosa y frecuente, a menudo acompañada de náuseas y vómitos.
  • Bacterianas: Las infecciones bacterianas, como la salmonelosis o la shigelosis, pueden provocar diarrea sanguinolenta o con moco, además de calambres abdominales y fiebre.
  • Parasitarias: Las infecciones parasitarias, como la giardiasis o la amebiasis, pueden causar diarrea persistente, que dura más de dos semanas, junto con hinchazón abdominal y fatiga.

Diarrea no infecciosa

  • Intolerancias alimentarias: La intolerancia a la lactosa o al gluten puede provocar diarrea osmótica, que consiste en heces acuosas y abundantes que siguen a la ingesta de alimentos que contienen lactosa o gluten.
  • Enfermedad inflamatoria intestinal (EII): La colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn son afecciones crónicas que inflaman el tracto digestivo, provocando diarrea persistente, dolor abdominal y sangre en las heces.
  • Medicamentos: Algunos medicamentos, como los antibióticos o los laxantes, pueden causar diarrea como efecto secundario.
  • Estrés: El estrés emocional puede alterar la función intestinal, provocando diarrea ocasional.

Diagnóstico

El diagnóstico de la diarrea infecciosa o no infecciosa requiere una evaluación clínica, que incluye un historial médico, un examen físico y análisis de heces. En algunos casos, se pueden realizar pruebas adicionales, como cultivos de heces o pruebas de imagen, para identificar la causa subyacente.

Tratamiento

El tratamiento de la diarrea depende de su causa.

  • Diarrea infecciosa: El tratamiento se centra en controlar los síntomas y prevenir la deshidratación. Los antivirales pueden ser efectivos para las infecciones virales, mientras que los antibióticos se utilizan para las infecciones bacterianas.
  • Diarrea no infecciosa: El tratamiento implica abordar la causa subyacente, como eliminar los alimentos desencadenantes en las intolerancias alimentarias, controlar la inflamación en la EII o ajustar los medicamentos que causan diarrea.

Es importante buscar atención médica si la diarrea es persistente, intensa o se acompaña de otros síntomas, como fiebre, sangre en las heces o deshidratación. Una evaluación y un tratamiento oportunos pueden ayudar a prevenir complicaciones graves y garantizar una recuperación rápida.