¿Cómo me doy cuenta de que mis riñones no funcionan bien?

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Si sus riñones funcionan mal, podría experimentar una disminución en la producción de orina, hinchazón en extremidades inferiores, cansancio extremo, confusión mental, náuseas, dolor abdominal o en el costado y debilidad general. La atención médica inmediata es crucial si nota estos síntomas.

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¿Cómo detectar el mal funcionamiento de los riñones?

Los riñones juegan un papel vital en la salud general, encargándose de filtrar los desechos de la sangre y producir orina. Cuando los riñones funcionan mal, pueden acumularse sustancias nocivas en el cuerpo, lo que lleva a diversos problemas de salud.

Síntomas de insuficiencia renal

Reconocer los síntomas de un mal funcionamiento renal puede ser crucial para recibir atención médica oportuna y evitar complicaciones graves. Los síntomas comunes incluyen:

  • Disminución de la producción de orina: Los riñones sanos producen alrededor de 1,5 litros de orina al día. Una producción reducida de orina puede indicar un problema en el funcionamiento renal.
  • Hinchazón en extremidades inferiores: La acumulación de líquidos debido a la insuficiencia renal puede provocar hinchazón en las piernas, los pies y los tobillos.
  • Cansancio extremo: La insuficiencia renal puede causar anemia, lo que conduce a fatiga y debilidad.
  • Confusión mental: La acumulación de toxinas en el torrente sanguíneo puede afectar la función cerebral, provocando confusión.
  • Náuseas: Los desechos no filtrados pueden causar malestar estomacal y náuseas.
  • Dolor abdominal o en el costado: La hinchazón de los riñones o la inflamación de los uréteres puede causar dolor en el abdomen o en el costado.
  • Debilidad general: La insuficiencia renal reduce la capacidad del cuerpo para producir glóbulos rojos, lo que lleva a debilidad generalizada.

Atención médica inmediata

Si experimenta alguno de estos síntomas, es esencial buscar atención médica inmediata. El diagnóstico y el tratamiento tempranos pueden ayudar a prevenir daños renales permanentes y mejorar el pronóstico.

El diagnóstico generalmente implica un análisis de orina y sangre para verificar los niveles de creatinina y nitrógeno ureico en sangre (BUN), que son indicadores de la función renal. También se pueden realizar pruebas de imagen, como una ecografía o una tomografía computarizada, para evaluar la estructura y el tamaño de los riñones.

El tratamiento del mal funcionamiento renal depende de la causa subyacente y la gravedad de la afección. Puede incluir medicamentos, diálisis o trasplante renal.