¿Cómo se llaman los trastornos alimenticios?

0 ver

Diversos trastornos alimentarios afectan la salud física y mental. Entre los más comunes se encuentran la anorexia y la bulimia nerviosa, el trastorno por atracón y la evitación/restricción de la ingesta alimentaria (ARFID). Aunque con síntomas específicos, pueden presentar algunas similitudes.

Comentarios 0 gustos

Desentrañando los Nombres y las Realidades de los Trastornos Alimenticios

Los trastornos alimenticios, mucho más que simples elecciones dietéticas, representan serias alteraciones en la conducta alimentaria que impactan profundamente la salud física y mental de quienes los padecen. Reconocerlos por su nombre y entender sus particularidades es un paso fundamental para la concientización y la búsqueda de ayuda. En este artículo, exploraremos algunos de los trastornos alimenticios más comunes, delineando sus nombres y ofreciendo una breve introducción a sus características.

Anorexia Nerviosa: La Distorsión de la Imagen y el Control Excesivo

La anorexia nerviosa es quizá el trastorno alimenticio más conocido. Se caracteriza por una restricción severa de la ingesta de alimentos, llevando a un peso corporal significativamente bajo en relación a la edad, sexo, trayectoria de desarrollo y salud física. Las personas que padecen anorexia nerviosa experimentan un intenso miedo a ganar peso o engordar, incluso cuando están peligrosamente delgadas. La distorsión de la imagen corporal es un elemento clave: perciben su cuerpo como más grande de lo que realmente es, incluso cuando están en un estado de delgadez extrema. Esta obsesión por el control sobre el peso y la forma corporal domina sus pensamientos y comportamientos.

Bulimia Nerviosa: El Ciclo de Atracones y Compensación

La bulimia nerviosa implica episodios recurrentes de atracones, definidos como el consumo de una cantidad de alimentos significativamente mayor a la que la mayoría de las personas comerían en un período de tiempo similar, acompañado de una sensación de falta de control sobre la ingesta durante el episodio. Después del atracón, la persona recurre a comportamientos compensatorios inapropiados para prevenir el aumento de peso, tales como el vómito autoinducido, el uso de laxantes o diuréticos, el ayuno o el ejercicio excesivo. Al igual que en la anorexia, la autoevaluación está indebidamente influenciada por la forma y el peso corporal.

Trastorno por Atracón: La Pérdida de Control sin Compensación

El trastorno por atracón (también conocido como BED, por sus siglas en inglés, Binge Eating Disorder) se diferencia de la bulimia en que los episodios de atracones no son seguidos por comportamientos compensatorios inapropiados. Las personas con trastorno por atracón experimentan una pérdida de control durante los episodios, comiendo grandes cantidades de alimentos incluso cuando no tienen hambre, y a menudo se sienten avergonzados, culpables o angustiados después. Este trastorno a menudo lleva al aumento de peso y sus complicaciones asociadas.

Trastorno por Evitación/Restricción de la Ingesta Alimentaria (ARFID): Más Allá de la Imagen Corporal

El trastorno por evitación/restricción de la ingesta alimentaria (ARFID) representa un espectro diferente. A diferencia de la anorexia y la bulimia, la preocupación por la forma y el peso corporal no es la principal motivación detrás de la restricción alimentaria. En ARFID, la evitación o restricción se debe a una falta de interés en comer o alimentarse, a preocupaciones sobre las consecuencias aversivas de comer (como el miedo a atragantarse, vomitar o tener dolor abdominal), o a la aversión sensorial a ciertas texturas, olores o sabores. Esta restricción puede conducir a una pérdida de peso significativa, deficiencias nutricionales, dependencia de la alimentación enteral (sonda) o suplementos nutricionales, y a una marcada interferencia en el funcionamiento psicosocial.

Similitudes y Diferencias: Un Espectro Complejo

Si bien cada uno de estos trastornos alimenticios presenta síntomas específicos y criterios diagnósticos definidos, es crucial comprender que pueden existir similitudes y superposiciones. Una persona puede oscilar entre diferentes diagnósticos a lo largo de su vida, o presentar características de varios trastornos a la vez. La complejidad reside en la interacción de factores genéticos, psicológicos, sociales y ambientales que contribuyen al desarrollo de estas condiciones.

La Importancia del Reconocimiento y la Búsqueda de Ayuda

Nombrar los trastornos alimenticios es un paso crucial para la concientización y la normalización de la búsqueda de ayuda. Si tú o alguien que conoces está luchando con un trastorno alimenticio, es fundamental buscar ayuda profesional. Un equipo multidisciplinario compuesto por médicos, psicólogos, nutricionistas y otros profesionales de la salud mental puede ofrecer el apoyo y el tratamiento necesario para la recuperación. Recuerda: no estás solo. La recuperación es posible.