¿Cómo se llama el trastorno de comer excesivamente?

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El trastorno alimentario que involucra episodios recurrentes de ingesta excesiva de comida en un corto período, acompañado de una sensación de pérdida de control, se conoce como atracón o trastorno por atracón. A diferencia de la bulimia, no implica comportamientos compensatorios como purgas.
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Más Allá del Hambre: Entendiendo el Trastorno por Atracón

El apetito es una necesidad fisiológica básica, pero a veces se transforma en una lucha interna, en una experiencia dominada por la compulsión. Cuando la ingesta de alimentos se descontrola, transformándose en episodios recurrentes de consumo excesivo, podemos estar frente a un trastorno alimentario serio: el trastorno por atracón.

Este trastorno se caracteriza por la presencia de episodios recurrentes de atracón. ¿Qué define un atracón? Se trata de un consumo, en un corto período de tiempo (por ejemplo, en un período de dos horas), de una cantidad de comida significativamente mayor de lo que la mayoría de las personas comerían en circunstancias similares. Este consumo se acompaña de una sensación subjetiva de pérdida de control sobre la ingesta. La persona siente que no puede detenerse, a pesar de estar físicamente llena e incluso sentirse incómoda.

La clave para diferenciar el trastorno por atracón de otros trastornos alimentarios, como la bulimia nerviosa, reside en la ausencia de comportamientos compensatorios. A diferencia de quienes padecen bulimia, quienes sufren de atracón no recurren a métodos como el vómito autoinducido, el uso de laxantes, diuréticos o enemas, el ayuno excesivo o el ejercicio vigoroso para compensar la ingesta excesiva. La angustia y el malestar emocional suelen estar asociados a los atracones, generando un círculo vicioso de culpa y vergüenza que agrava la problemática.

Es importante destacar que el trastorno por atracón no se define simplemente por la cantidad de comida consumida, sino por la experiencia subjetiva de pérdida de control que lo acompaña. Alguien que ocasionalmente come una gran cantidad de comida en una situación festiva, por ejemplo, no necesariamente padece este trastorno. La diferencia radica en la recurrencia de estos episodios, la sensación de no poder controlar el impulso de comer y la angustia emocional que se deriva de ello.

El trastorno por atracón puede tener consecuencias significativas para la salud física y mental, incluyendo la obesidad, enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2 y problemas de autoestima. Si usted o alguien que conoce experimenta episodios recurrentes de atracón con una sensación de pérdida de control, es crucial buscar ayuda profesional. Un terapeuta especializado en trastornos alimentarios podrá realizar un diagnóstico preciso y ofrecer un plan de tratamiento individualizado, que puede incluir terapia cognitivo-conductual, terapia nutricional y, en algunos casos, farmacoterapia. Recordar que la ayuda está disponible y que la recuperación es posible es el primer paso hacia una relación más sana con la comida y con uno mismo.