¿Cómo se presenta una crisis de hipotiroidismo?

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Una crisis tiroidéa, o tormenta tiroidea, se manifiesta con síntomas como confusión mental, diarrea, fiebre y taquicardia, representando una situación médica grave que requiere atención inmediata. El cuadro clínico es severo y la evolución rápida.

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La Crisis Hipotiroidea: Un Peligro Silencioso y Subestimado

Mientras que la tormenta tiroidea, o crisis tirotóxica, es ampliamente reconocida como una emergencia médica, su contraparte hipotiroidea, la crisis mixedematosa o coma mixedematoso, a menudo pasa desapercibida y se subestima su gravedad. A diferencia de la explosiva presentación de la crisis tirotóxica, la crisis hipotiroidea se desarrolla insidiosamente, pudiendo pasar de una hipotiroidismo leve a una situación potencialmente fatal si no se diagnostica y trata a tiempo.

No se trata de una “crisis” en el sentido de un evento repentino y dramático, sino más bien de una descompensación grave y progresiva de un hipotiroidismo preexistente, a menudo no diagnosticado o mal controlado. En lugar de fiebre y taquicardia, la crisis hipotiroidea se manifiesta con una lentificación extrema de las funciones vitales.

¿Cómo se presenta entonces una crisis hipotiroidea? Los síntomas clave incluyen:

  • Hipotermia: La temperatura corporal baja significativamente, a veces por debajo de 35°C. Este es un signo distintivo y alarmante.
  • Alteración del estado mental: Se observa confusión, letargo, somnolencia extrema, e incluso coma. La persona puede parecer desorientada, con dificultad para responder a estímulos.
  • Bradicardia: El ritmo cardíaco se ralentiza considerablemente.
  • Hipotensión: La presión arterial disminuye, lo que puede comprometer la perfusión de órganos vitales.
  • Hipoventilación: La respiración se vuelve lenta y superficial, pudiendo llegar a la insuficiencia respiratoria.
  • Hinchazón (edema): Particularmente en la cara, manos y pies, con una textura característica de piel seca y fría.
  • Hiponatremia: Disminución de los niveles de sodio en sangre, que puede agravar la alteración del estado mental.

A diferencia de la diarrea presente en la crisis tirotóxica, en la crisis hipotiroidea es más frecuente el estreñimiento.

Es fundamental destacar que la crisis mixedematosa rara vez se presenta de forma espontánea. Generalmente, es desencadenada por factores como infecciones, exposición al frío, traumatismos, cirugías, o la suspensión abrupta de la medicación para el hipotiroidismo. También ciertos medicamentos, como sedantes y analgésicos, pueden precipitar la crisis en pacientes con hipotiroidismo subyacente.

Ante la sospecha de una crisis hipotiroidea, se requiere atención médica inmediata. El retraso en el diagnóstico y tratamiento puede tener consecuencias fatales. El manejo incluye la administración intravenosa de hormona tiroidea, soporte respiratorio y tratamiento de las complicaciones asociadas.

La prevención es crucial. Un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado del hipotiroidismo son esenciales para evitar la progresión hacia una crisis mixedematosa. Además, es importante educar a los pacientes sobre los factores desencadenantes y la necesidad de buscar atención médica ante cualquier signo de empeoramiento de su condición.