¿Cuándo aplicar frío o calor en una inflamación?

17 ver
Para tratar una inflamación aguda, aplique compresas frías durante un máximo de 20 minutos cada dos horas, hasta un periodo de 72 horas posteriores a la lesión. El frío controla la inflamación y el dolor, acelerando la recuperación. Evite aplicaciones prolongadas.
Comentarios 0 gustos

¿Cuándo aplicar frío o calor en una inflamación?

La inflamación es una respuesta natural del cuerpo a las lesiones o infecciones. El tratamiento adecuado puede ayudar a reducir la inflamación y acelerar la recuperación. Pero, ¿cuándo debe aplicar frío y cuándo debe aplicar calor?

Inflamación aguda

Cuando se produce una lesión aguda, como un esguince o una distensión, la aplicación de compresas frías puede ser muy beneficiosa. El frío ayuda a:

  • Controlar la inflamación
  • Reducir el dolor
  • Acelerar la recuperación

Para aplicar frío:

  • Envuelva una bolsa de hielo o una compresa fría en una toalla.
  • Aplique sobre la zona inflamada durante un máximo de 20 minutos cada dos horas.
  • Continúe hasta 72 horas después de la lesión.

Inflamación crónica

Si la inflamación dura más de unos pocos días, se considera crónica. En este caso, la aplicación de calor puede ser más eficaz que el frío. El calor ayuda a:

  • Dilatar los vasos sanguíneos, aumentando el flujo de sangre a la zona inflamada
  • Relajar los músculos y reducir la rigidez
  • Aliviar el dolor

Para aplicar calor:

  • Use una almohadilla térmica, una bolsa de agua caliente o una ducha caliente.
  • Aplique sobre la zona inflamada durante 20-30 minutos varias veces al día.

Evite aplicaciones prolongadas

Es importante evitar aplicar frío o calor durante períodos prolongados. El frío excesivo puede dañar los tejidos, mientras que el calor excesivo puede provocar quemaduras.

Cuándo consultar a un médico

Si la inflamación es intensa, no mejora con el tratamiento en el hogar o va acompañada de otros síntomas, como fiebre o hinchazón excesiva, consulte a un médico.

En resumen, para la inflamación aguda, aplique compresas frías durante períodos cortos. Para la inflamación crónica, considere la posibilidad de aplicar calor. Siempre evite las aplicaciones prolongadas y consulte a un médico si la inflamación persiste o se acompaña de síntomas preocupantes.