¿Cuánto dura una encía inflamada?

¿Cuánto tiempo persiste la inflamación de las encías?

La inflamación gingival, esa molesta sensación de hinchazón, sensibilidad e incluso dolor en las encías, es una señal de alerta que no debemos ignorar. Si bien su duración puede variar, la buena noticia es que, con una intervención oportuna y adecuada, suele ser un problema de corta duración.

Generalmente, una inflamación leve de las encías, provocada por ejemplo por una técnica de cepillado demasiado agresiva o el alojamiento temporal de un resto de comida, puede remitir en cuestión de pocos días, entre 2 y 7 aproximadamente. La clave para una rápida recuperación reside en implementar una higiene bucal meticulosa. Esto implica cepillarse los dientes con suavidad, al menos dos veces al día, utilizando un cepillo de cerdas suaves y una pasta dental con flúor. Complementariamente, el uso del hilo dental, al menos una vez al día, es crucial para eliminar los residuos atrapados entre los dientes y debajo de la línea de las encías, principales culpables de la inflamación.

En algunos casos, el odontólogo podría recomendar el uso de enjuagues bucales medicados, formulados específicamente para combatir la inflamación y la proliferación bacteriana. Estos enjuagues, utilizados bajo supervisión profesional y por un periodo limitado, pueden acelerar el proceso de curación y aliviar las molestias.

Sin embargo, es fundamental destacar que si la inflamación persiste, se agrava o se acompaña de otros síntomas como sangrado, mal aliento persistente o retracción gingival, es imprescindible acudir al dentista. Ignorar una inflamación gingival puede conllevar consecuencias más serias, como el desarrollo de gingivitis. Esta enfermedad periodontal, caracterizada por la inflamación crónica de las encías, no solo produce molestias, sino que también puede dañar los tejidos de soporte de los dientes, aumentando el riesgo de pérdida dental a largo plazo.

Por lo tanto, aunque la inflamación gingival en sus etapas iniciales puede ser un problema transitorio, la prevención y la atención temprana son fundamentales para preservar la salud bucal. Una higiene bucal rigurosa, combinada con visitas regulares al dentista, son la mejor estrategia para mantener unas encías sanas y una sonrisa radiante.