¿Dónde se adquiere el hongo cándida?

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La cándida se multiplica en ambientes cálidos y húmedos, favoreciéndose con el uso de ropa ajustada o sintética, así como con tampones perfumados o duchas vaginales.
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El Discreto Hogar de la Cándida: Un Viaje al Microcosmos de una Levadura Común

La Cándida, un género de levaduras que forma parte de nuestra microbiota natural, es un inquilino silencioso que, bajo ciertas circunstancias, puede convertirse en un problemático huésped. A diferencia de la creencia popular que la asocia a una fuente externa específica, la adquisición de Cándida no se produce por un contacto puntual con un foco infeccioso concreto, sino que es, en la gran mayoría de los casos, una cuestión de sobrecrecimiento de una población ya presente en nuestro cuerpo.

Todos portamos Cándida, principalmente especies como Cándida albicans, en la piel, la boca, el tracto digestivo y la vagina. Es parte de nuestra flora normal, desempeñando un papel en el equilibrio del ecosistema microbiano. Sin embargo, cuando este equilibrio se rompe, la Cándida puede proliferar, dando lugar a candidiasis, infecciones que van desde las leves hasta las más graves.

Entonces, ¿qué factores facilitan esta proliferación y convierten a una aliada en una adversaria? Aquí es donde entran en juego los factores ambientales y de estilo de vida:

  • Ambientes cálidos y húmedos: La Cándida prospera en entornos con elevada humedad y temperatura. Esto explica por qué las infecciones por Cándida son más frecuentes en zonas húmedas del cuerpo como la boca, la ingle, los pliegues cutáneos y la vagina.

  • Ropa ajustada y sintética: La ropa ajustada y fabricada con materiales sintéticos limita la ventilación y crea un microclima cálido y húmedo ideal para el crecimiento de la levadura. Esto favorece la aparición de infecciones cutáneas por Cándida.

  • Tampones perfumados y duchas vaginales: El uso de tampones perfumados y duchas vaginales altera el delicado equilibrio del pH vaginal, creando un ambiente más propicio para el sobrecrecimiento de Cándida. Estos productos pueden irritar la mucosa vaginal y debilitar las defensas naturales contra la infección.

En resumen, no se “adquiere” la Cándida de una fuente externa como un virus o bacteria, sino que su presencia se convierte en problemática debido a un desequilibrio interno. Los factores mencionados anteriormente actúan como catalizadores de este desequilibrio, favoreciendo el crecimiento descontrolado de una levadura que ya formaba parte de nuestra microbiota. Entender este proceso es crucial para adoptar medidas preventivas y tratar eficazmente las candidiasis. Mantener una higiene adecuada, optar por ropa transpirable, evitar productos irritantes y cuidar la salud general son claves para prevenir el sobrecrecimiento de Cándida y mantener el equilibrio de nuestra flora microbiana.