¿Qué es calidad para la OMS?

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Para la OMS, la calidad en salud implica proporcionar a cada paciente el tratamiento y diagnóstico más apropiado, optimizando su atención. Esto considera todos los factores relevantes, incluyendo el conocimiento del paciente y las capacidades del servicio sanitario, para lograr los mejores resultados.
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La Calidad en Salud según la OMS: Un Enfoque Holístico para el Mejor Resultado del Paciente

La Organización Mundial de la Salud (OMS) no define la calidad en salud simplemente como la ausencia de errores. Su perspectiva es mucho más amplia y holística, enfocándose en la optimización del cuidado para cada individuo, asegurando que recibe el tratamiento y diagnóstico más adecuados a sus necesidades específicas. No se trata solo de la excelencia técnica, sino de una atención integral que considera una intrincada red de factores para alcanzar los mejores resultados posibles.

Para la OMS, la calidad se traduce en la correcta aplicación del conocimiento médico actual, adaptado a la realidad individual de cada paciente. Esto implica una evaluación completa que va más allá de los síntomas presentados. Se considera el contexto social y económico del paciente, sus preferencias, sus creencias y valores, y su capacidad para comprender y participar activamente en su propio cuidado. La comunicación efectiva y la empatía son pilares fundamentales de este enfoque centrado en la persona.

Asimismo, la calidad para la OMS no reside únicamente en el profesional sanitario. Es un esfuerzo conjunto que involucra la infraestructura y recursos disponibles en el sistema de salud. Las capacidades del servicio sanitario, incluyendo la disponibilidad de tecnología, medicamentos, personal capacitado y una adecuada gestión de los recursos, son cruciales para garantizar una atención de calidad. Un sistema eficiente y equitativo es esencial para que la atención de calidad sea accesible para todos, independientemente de su ubicación geográfica o estatus socioeconómico.

La optimización de la atención implica la búsqueda constante de la eficiencia y la eficacia. Se deben evitar procedimientos innecesarios o redundantes, mientras que se prioriza la utilización de las mejores prácticas clínicas basadas en la evidencia científica. La monitorización continua de los resultados y la evaluación rigurosa del proceso permiten identificar áreas de mejora y asegurar la adaptación a las necesidades cambiantes de la población.

En resumen, la calidad en salud para la OMS es un concepto dinámico y multifacético que trasciende la simple ejecución técnica. Se define por la entrega de una atención personalizada, apropiada y eficiente, que considera las necesidades individuales del paciente dentro del contexto de un sistema de salud robusto y accesible. Es un compromiso constante con la mejora continua, buscando siempre el mejor resultado para la salud y el bienestar de cada persona. No se trata simplemente de hacer las cosas bien, sino de hacer las cosas correctas para cada paciente, en cada circunstancia.