¿Qué pasa si no se supera la etapa de latencia?

13 ver
La falta de superación de la etapa de latencia puede resultar en dificultades escolares, debido a la falta de represión de la hiperexcitación sexual. Esto se manifiesta en problemas para tolerar la demora y la frustración, un desarrollo limitado del pensamiento y lenguaje, y una pobre capacidad sublimatoria.
Comentarios 0 gustos

Atrapados en la Latencia: Las Consecuencias de una Fase Inconclusa

La etapa de latencia, según la teoría psicosexual de Freud, es un período crucial del desarrollo infantil, comprendido aproximadamente entre los 6 y los 12 años. Se caracteriza por una relativa calma en la actividad sexual, una disminución de la libido y una mayor dedicación a actividades sociales, académicas y de desarrollo de la personalidad. Sin embargo, ¿qué ocurre cuando esta etapa no se supera adecuadamente? Las consecuencias pueden ser significativas y repercutir en la vida adulta.

La falta de superación exitosa de la etapa de latencia no implica una fijación sexual explícita en este sentido, sino más bien una falla en la internalización de los mecanismos necesarios para regular la energía psíquica, en este caso, la libido. En lugar de una sublimación efectiva, la energía no canalizada adecuadamente se manifiesta de forma disfuncional, impactando negativamente en diversos aspectos del desarrollo.

Una de las áreas más afectadas es el rendimiento escolar. La incapacidad de reprimir la hiperexcitación, aunque latente, se traduce en dificultades para manejar la frustración y la demora de la gratificación. Los niños que no han superado adecuadamente esta etapa pueden presentar impulsividad, impaciencia, e incapacidad para concentrarse en tareas que requieren esfuerzo sostenido y paciencia. La simple espera por una recompensa se convierte en un desafío insalvable, obstaculizando el aprendizaje y la adquisición de conocimientos.

Además, la falta de sublimación – la capacidad de canalizar la energía libidinal hacia actividades socialmente aceptables como el arte, el deporte o el estudio – impacta directamente en el desarrollo del pensamiento y el lenguaje. La energía no se transforma en creatividad o en habilidades cognitivas complejas, sino que se manifiesta como una dificultad para articular ideas, un pensamiento desorganizado y una falta de capacidad para resolver problemas de forma eficiente.

La pobre capacidad sublimatoria también se traduce en dificultades en las relaciones interpersonales. La energía no canalizada puede manifestarse como agresividad, competitividad excesiva o dificultades para establecer vínculos saludables. La falta de empatía y la incapacidad para comprender las emociones de los demás pueden ser consecuencia de esta dificultad en la gestión de la propia energía psíquica.

Es importante aclarar que la “falta de superación” de la etapa de latencia no se refiere a una ausencia de cambio, sino a una resolución incompleta o disfuncional. No todos los individuos experimentan esta etapa de la misma manera, y la interpretación de estos conceptos requiere un análisis individualizado y profundo, idealmente realizado por un profesional de la salud mental. Sin embargo, la comprensión de las posibles consecuencias de una resolución inadecuada de la etapa de latencia nos permite identificar posibles señales de alerta y buscar ayuda profesional en caso de ser necesario, facilitando un desarrollo más armonioso y exitoso.