¿Qué pasa si tengo un lunar abultado?

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Un lunar abultado, aunque generalmente benigno, puede requerir atención médica si presenta cambios en tamaño, color, forma o textura. La presencia de muchos lunares, grandes o pequeños, incrementa el riesgo de melanoma, un cáncer de piel grave que necesita diagnóstico y tratamiento precoz.
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Lunares Abultados: Cuándo Buscar Atención Médica

Los lunares son crecimientos cutáneos comunes, generalmente benignos. Sin embargo, un lunar que se abulta puede ser motivo de preocupación y puede requerir atención médica.

Causas de los Lunares Abultados

Los lunares abultados se forman cuando las células productoras de pigmento (melanocitos) crecen en grupos. Pueden variar en tamaño, forma y color. Las causas comunes incluyen:

  • Factores genéticos: La predisposición genética juega un papel en la formación de lunares.
  • Exposición al sol: El daño solar acumulativo puede estimular el crecimiento de lunares.
  • Hormonas: Los cambios hormonales durante el embarazo o la pubertad pueden provocar la aparición de lunares.

Riesgos Asociados

Aunque la mayoría de los lunares abultados son benignos, algunos cambios pueden indicar un mayor riesgo de cáncer de piel, especialmente melanoma. Los siguientes cambios deben ser evaluados por un dermatólogo:

  • Tamaño: Un lunar que aumenta de tamaño rápidamente.
  • Color: Un lunar que se vuelve más oscuro o desarrolla múltiples colores.
  • Forma: Un lunar que se vuelve irregular o pierde su simetría.
  • Textura: Un lunar que se vuelve más abultado o escamoso.
  • Sangrado o supuración: Cualquier sangrado o supuración de un lunar.

Número de Lunares

Tener un gran número de lunares, independientemente de su tamaño, aumenta el riesgo de melanoma. Las personas con más de 50 lunares de tamaño mediano o más de 100 lunares pequeños tienen un mayor riesgo.

Diagnóstico y Tratamiento

Un dermatólogo puede diagnosticar un lunar abultado mediante un examen visual y, si es necesario, una biopsia. Si se sospecha cáncer de piel, se puede recomendar la extirpación quirúrgica.

Prevención

  • Limitar la exposición al sol, especialmente durante las horas pico.
  • Usar protector solar con un FPS de 30 o más.
  • Revisar la piel regularmente en busca de cambios en los lunares existentes o la aparición de nuevos.
  • Consultar con un dermatólogo si se observa algún cambio preocupante en un lunar.

En conclusión, aunque la mayoría de los lunares abultados son benignos, es importante estar atento a los cambios que puedan indicar un maior riesgo de cáncer de piel. Consultar a un dermatólogo si se detectan cambios en el tamaño, color, forma o textura de un lunar, o si se tiene un gran número de lunares. La detección y el tratamiento tempranos del melanoma son esenciales para mejorar los resultados del tratamiento.