¿Qué temperatura fría soporta el cuerpo humano?

La resistencia del cuerpo humano a las temperaturas extremas: Límites peligrosos y sus consecuencias

El cuerpo humano está diseñado para funcionar dentro de un estrecho rango de temperaturas para mantener la homeostasis interna. Sin embargo, las temperaturas extremas, tanto frías como calientes, pueden suponer un reto considerable para el cuerpo y llevar a consecuencias graves.

Tolerancia al frío extremo

La exposición prolongada a temperaturas inferiores a -30 °C se considera extremadamente peligrosa. El cuerpo humano puede soportar breves periodos de exposición a temperaturas tan bajas, pero los tiempos de exposición deben ser limitados para evitar daños graves.

Se recomienda un máximo de 30 minutos al aire libre a temperaturas inferiores a -30 °C. La exposición prolongada puede provocar hipotermia, una afección potencialmente mortal en la que el cuerpo pierde calor más rápido de lo que puede producirlo. La hipotermia puede provocar confusión, letargo, temblores incontrolables y, finalmente, la muerte.

Temperatura corporal interna

La temperatura corporal interna óptima se sitúa entre 36,5 °C y 37,5 °C. Cuando la temperatura corporal desciende por debajo de 36 °C, se considera hipotermia leve. A temperaturas inferiores a 34 °C, la hipotermia se vuelve grave y puede provocar alteraciones del estado mental, dificultad para respirar y fallo multiorgánico.

Declaración de muerte clínica

La muerte clínica se declara cuando la temperatura corporal interna desciende por debajo de los 27 °C. A esta temperatura, el cuerpo pierde su capacidad de mantener las funciones vitales, como la respiración y los latidos del corazón. La reanimación suele ser imposible en este punto.

Conclusión

Si bien el cuerpo humano puede soportar brevemente temperaturas frías extremas, la exposición prolongada a temperaturas inferiores a -30 °C es extremadamente peligrosa. Superar los 30 minutos de exposición al aire libre a estas temperaturas puede conllevar un riesgo significativo de hipotermia y otras consecuencias graves. Mantener una temperatura corporal interna óptima es esencial para la supervivencia y el bienestar general.