¿Qué combustible usan los cohetes de SpaceX?

El Combustible de los Cohetes SpaceX: Una Elección Estratégica

SpaceX, pionera en el transporte espacial reutilizable, ha logrado un éxito resonante gracias a la eficiencia y la innovación en sus lanzamientos. Pero detrás de cada despegue hay una compleja ecuación química, y entender el combustible que impulsan sus cohetes, como el Falcon 9, es fundamental para comprender su estrategia.

Los cohetes Falcon 9 utilizan una combinación de queroseno refinado (RP-1) y oxígeno líquido para generar el empuje necesario. Esta elección, a pesar de no ser la más eficiente en términos de rendimiento específico, representa una solución estratégica por una serie de factores que superan la simple cuestión de la eficiencia energética.

El RP-1, un hidrocarburo, ofrece una gran densidad energética, lo que permite un mayor empuje por unidad de volumen y masa. Esto se traduce en un menor tamaño y peso de los tanques propulsores, crucial para maximizar la carga útil que los cohetes pueden llevar. Sin embargo, la eficiencia energética, expresada en la cantidad de empuje por unidad de masa del combustible, es considerablemente menor que la obtenida con el hidrógeno líquido.

La facilidad de manejo y almacenamiento del RP-1 es un factor clave. En comparación con el hidrógeno líquido, que requiere temperaturas criogénicas extremas y sistemas de aislamiento complejos, el RP-1 es significativamente más sencillo de manejar en la etapa de prelanzamiento. Esto reduce los costos operativos, los tiempos de espera y, en última instancia, la complejidad logística de las operaciones espaciales.

La elección del RP-1 se inserta dentro de una estrategia de SpaceX que prioriza la reutilización de los cohetes. La capacidad de reutilizar las etapas de los cohetes Falcon 9, gracias a su diseño y a la selección de materiales resistentes, es crucial para el modelo económico de SpaceX. El RP-1, con su menor costo y facilidad de manejo, contribuye a la viabilidad financiera de esta estrategia.

Además, el acceso a grandes volúmenes de RP-1 es mucho más sencillo que el del hidrógeno líquido, con una infraestructura de suministro más desarrollada. Esto facilita las operaciones y reduce los tiempos de producción, un aspecto crucial para la competitividad en la industria espacial.

En conclusión, la combinación de RP-1 y oxígeno líquido en los cohetes Falcon 9 de SpaceX representa una decisión estratégica que equilibra eficiencia energética con facilidad de manejo y almacenamiento, costos y complejidad logística. Esta elección es un componente clave de la estrategia de SpaceX, que prioriza la reutilización de los cohetes y el acceso a una infraestructura de suministro más accesible para su viabilidad a largo plazo.