¿Cuándo añadir sal al agua de la piscina?

El Momento Perfecto para Salar tu Piscina: Más Allá del Simple “Cuando se Llene”

La salinización de piscinas se ha convertido en una opción popular, ofreciendo una alternativa más suave al cloro tradicional. Sin embargo, el simple acto de añadir la sal no es tan sencillo como parece. El momento de la adición influye directamente en la vida útil y el rendimiento de tu piscina, especialmente en piscinas nuevas o recién renovadas. A diferencia de la información genérica que se encuentra online, profundicemos en este aspecto crucial del mantenimiento.

La creencia común de que la sal se añade simplemente después de llenar la piscina es, en muchos casos, una simplificación excesiva. Ignorar el proceso de curado del revestimiento puede tener consecuencias negativas a largo plazo. Para piscinas nuevas o aquellas que han sido recientemente enlucidas, repavimentadas o con un nuevo acabado, la paciencia es fundamental. Esperar al menos un mes antes de añadir la sal es crucial.

Este periodo de espera, crucial para la longevidad de la inversión en la piscina, permite al revestimiento –ya sea de gresite, fibra de vidrio, vinilo o concreto– completar su proceso de curado. Durante este tiempo, el material se solidifica y se endurece, alcanzando su máxima resistencia y durabilidad. Añadir sal antes de este periodo crítico puede:

• Dañar el revestimiento: La sal, aunque disuelta en el agua, puede penetrar en los poros del material aún en proceso de curado, causando grietas, descamación o debilitamiento de la estructura. Esto puede resultar en costosas reparaciones a corto plazo.
• Reducir la vida útil de la piscina: Un revestimiento dañado es más susceptible a las filtraciones, las algas y otros problemas, acortando significativamente la vida útil de la piscina.
• Afectar la estética: Las imperfecciones causadas por la sal pueden afectar la apariencia de la piscina, haciendo que se vea desgastada antes de tiempo.

Después del mes de curado, la adición de sal se convierte en un proceso relativamente simple, siguiendo las instrucciones del fabricante del sistema de cloración salina. Recuerda que la concentración de sal debe ser monitoreada regularmente para mantener el equilibrio adecuado y optimizar el funcionamiento del sistema.

En resumen, añadir sal a tu piscina no es simplemente una cuestión de echar un puñado de cristales en el agua. Es un proceso que requiere un entendimiento del material del revestimiento y su tiempo de curado. Priorizar este periodo de espera de al menos un mes para piscinas nuevas o recién renovadas garantiza una inversión a largo plazo, evitando costosas reparaciones y asegurando una piscina hermosa y funcional por muchos años. Recuerda consultar siempre con un profesional para cualquier duda específica sobre tu piscina.