¿Cuánto está bajo la influencia del alcohol?

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La ley modificó los límites de alcoholemia, estableciendo un nivel de 0,8 g/l para conducir bajo estado de ebriedad y 0,3 g/l como bajo la influencia del alcohol.

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El Concepto Difuso de “Bajo la Influencia del Alcohol”: Un Análisis de la Nueva Ley

La reciente modificación de la normativa sobre alcoholemia ha generado cierta confusión en torno a los términos “conducir bajo estado de ebriedad” y “conducir bajo la influencia del alcohol”. Si bien la ley ha establecido límites claros para ambos, la diferencia entre ambos conceptos, y en especial el significado de “bajo la influencia del alcohol”, sigue siendo un punto de debate y de crucial importancia para la seguridad vial.

La ley ahora establece un límite de 0,8 g/l de alcohol en sangre para considerarse “conducir bajo estado de ebriedad”. Este valor se basa en estudios científicos que asocian niveles elevados de alcohol con una notable disminución de las capacidades cognitivas y motoras, lo que aumenta significativamente el riesgo de accidentes. Está claro que conducir en esta situación es extremadamente peligroso.

Sin embargo, la nueva ley introduce el concepto de “conducir bajo la influencia del alcohol” con un límite de 0,3 g/l. Este nivel de alcoholemia, aparentemente menor, plantea interrogantes importantes sobre su significado práctico y su aplicación real.

¿Qué significa “bajo la influencia del alcohol”? La clave reside en comprender que la afectación del alcohol en el cuerpo no es lineal. El impacto en la capacidad de conducir empieza mucho antes de llegar al umbral de 0,8 g/l. Aunque técnicamente una persona con 0,3 g/l no pueda ser considerada como “ebria”, existen numerosos factores que influyen en el grado de influencia: el peso corporal, el sexo, la cantidad y el tipo de bebidas consumidas, el tiempo transcurrido desde el consumo, y la presencia de otras sustancias en el organismo.

En este punto, la ley no lo detalla suficientemente. ¿Cómo se valora la “influencia”? ¿Se basa en la simple medida de la alcoholemia o se deben considerar otras variables? La interpretación de “influencia” en la práctica, por parte de los agentes de la ley, podría ser subjetiva, sin una base científica clara, lo que potencialmente genera desigualdades e inseguridad.

Esta falta de precisión, junto con el potencial de confusión entre “bajo la influencia” y “estado de ebriedad”, tiene implicaciones prácticas significativas. La ambigüedad de la ley dificulta la tarea de los conductores al establecer un claro parámetro para su comportamiento. Podría ser necesaria una mayor claridad sobre las conductas que la ley considera indicativas de “bajo la influencia del alcohol” para evitar posibles multas arbitrarias.

En última instancia, la modificación de la ley debe buscar un equilibrio entre la seguridad vial y la protección de los derechos individuales. La definición de “bajo la influencia del alcohol” debe ser clara, concisa y sustentada en evidencia científica, para garantizar una aplicación justa y precisa, lo que reducirá la subjetividad y permitirá a los conductores comportarse responsablemente en la carretera.