¿Qué hago si me duele un lunar?

¡Atención! Actúa con prontitud cuando un lunar te duele

Los lunares son crecimientos comunes en la piel que pueden variar en tamaño, forma y color. Si bien la mayoría de los lunares son benignos, algunos pueden desarrollar cambios preocupantes que requieren atención médica. El dolor es uno de los signos más importantes que indican que se necesita una evaluación profesional.

¿Qué hacer si te duele un lunar?

Si experimentas dolor en un lunar, es crucial tomar medidas inmediatas:

• Consulta a un dermatólogo: Un dermatólogo es un especialista en afecciones de la piel que puede evaluar tu lunar y determinar si es necesario extirparlo.
• Examina el lunar cuidadosamente: Presta atención a cualquier cambio en el tamaño, forma o color del lunar. Observa si hay sangrado, supuración o costras.
• Controla otros síntomas: El dolor puede estar acompañado de otros síntomas, como picazón, ardor o sensibilidad. Informa a tu dermatólogo sobre cualquier otro síntoma inusual.

¿Cuándo buscar atención médica inmediata?

Además del dolor, existen otros cambios en el lunar que requieren atención médica inmediata:

• Crecimiento rápido: Si un lunar crece rápidamente, es esencial consultar a un dermatólogo.
• Sangrado: Cualquier sangrado de un lunar, por pequeño que sea, debe ser motivo de preocupación.
• Cambios en el borde: Si los bordes del lunar se vuelven irregulares, dentados o borrosos, es una señal de alarma.
• Cambios de color: Un lunar que cambia de color o desarrolla múltiples tonos puede ser una indicación de cambios potencialmente cancerosos.

Tratamiento

El tratamiento para un lunar doloroso dependerá de su diagnóstico. Si el lunar es benigno, es posible que no se requiera tratamiento. Sin embargo, si el lunar es canceroso, se puede recomendar la extirpación quirúrgica.

Conclusión

El dolor en un lunar puede ser un síntoma de un problema subyacente que requiere atención médica. Si experimentas dolor en un lunar, consulta a un dermatólogo de inmediato. Un examen médico profesional puede determinar si es necesario removerlo quirúrgicamente para garantizar tu salud y bienestar a largo plazo.