¿Qué se pone para parar el sangrado?

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Para detener el sangrado, coloca una gasa estéril o un paño limpio sobre la herida y presiona firmemente con la palma de la mano hasta que cese la hemorragia.
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Detener el sangrado: Guía paso a paso

Las heridas leves son un hecho común en la vida diaria, y detener el sangrado de manera adecuada y oportuna es crucial para prevenir infecciones y complicaciones más graves. Aquí tienes una guía paso a paso para detener el sangrado:

Paso 1: Limpiar la herida

  • Limpia suavemente la herida con agua y jabón suave para eliminar la suciedad y los escombros.
  • Evita usar agua oxigenada o alcohol, ya que pueden dañar el tejido sano.

Paso 2: Aplica presión directa

  • Coloca una gasa estéril o un paño limpio sobre la herida.
  • Presiona firmemente con la palma de la mano durante varios minutos o hasta que cese el sangrado.
  • No retires la gasa una vez aplicada, ya que esto podría reabrir la herida.

Paso 3: Eleva la zona lesionada

  • Si es posible, eleva la zona lesionada por encima del nivel del corazón.
  • Esto ayuda a reducir el flujo sanguíneo hacia la herida y promueve la coagulación.

Paso 4: Aplica un vendaje

  • Una vez que el sangrado se haya detenido, aplica un vendaje para mantener la herida limpia y protegida.
  • Si la herida es pequeña, puedes usar una tirita.
  • Para heridas más grandes, usa un vendaje estéril y asegúralo con cinta adhesiva.

Paso 5: Cambia el vendaje con regularidad

  • Mantén la herida limpia y seca cambiando el vendaje con regularidad.
  • Si el apósito se empapa de sangre, cámbialo inmediatamente.

Cuándo buscar atención médica

Busca atención médica inmediata si:

  • El sangrado no se detiene después de 15 minutos de presión directa.
  • La herida es profunda o mide más de un centímetro de largo.
  • La herida presenta signos de infección, como enrojecimiento, hinchazón o pus.
  • La persona lesionada presenta mareos, debilidad o aturdimiento.

Seguir estos pasos te ayudará a detener el sangrado y prevenir complicaciones. Recuerda que la prevención siempre es mejor que la cura, así que toma medidas de precaución para evitar lesiones en primer lugar.