¿Qué propuso la teoría de la deriva continental?

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La teoría de la deriva continental postula la existencia de un antiguo supercontinente, Pangea, que se fragmentó hace unos 200 millones de años, dando origen a la configuración actual de los continentes a través de un lento proceso de separación y desplazamiento. Este proceso explica la similitud geológica y biológica entre masas de tierra actualmente distantes.

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Un rompecabezas gigante: La teoría de la deriva continental y el origen de los continentes

Desde tiempos inmemoriales, el ser humano ha observado el mundo con curiosidad. Al mirar un mapa, ¿alguna vez te has preguntado por qué las costas de América del Sur y África encajan tan perfectamente, como si fueran piezas de un rompecabezas gigante? La respuesta a esta intrigante coincidencia la encontramos en la teoría de la deriva continental, una teoría que revolucionó nuestra comprensión de la geología y la historia de nuestro planeta.

Esta teoría, propuesta por primera vez por el meteorólogo alemán Alfred Wegener a principios del siglo XX, postula la existencia de un supercontinente, llamado Pangea, que existió hace unos 200 millones de años. Pangea era una masa de tierra única que abarcaba todos los continentes actuales, unidos en un solo bloque.

Wegener no solo se basó en la evidente correspondencia entre las costas de algunos continentes, sino también en otras evidencias para sustentar su teoría. La presencia de fósiles de plantas y animales idénticos en continentes separados por océanos, la coincidencia de estructuras geológicas como montañas y formaciones rocosas, y la distribución de climas antiguos en regiones que hoy son muy distintas, apuntaban a un pasado en el que los continentes estaban unidos.

Según la teoría, Pangea comenzó a fragmentarse hace millones de años, dando origen a la separación y desplazamiento de los continentes que conocemos hoy en día. Este lento proceso, que sigue ocurriendo en la actualidad, se denomina deriva continental.

La deriva continental se produce por el movimiento de las placas tectónicas, grandes fragmentos de la corteza terrestre que flotan sobre el manto terrestre, una capa de roca caliente y viscosa. Las placas tectónicas se desplazan constantemente, chocando, separándose o deslizándose unas sobre otras, lo que genera terremotos, volcanes y la formación de montañas.

La teoría de la deriva continental no solo explica la disposición actual de los continentes, sino que también arroja luz sobre la formación de océanos, la distribución de especies y la evolución de la vida en la Tierra. Es una teoría fundamental para entender la dinámica del planeta y su historia geológica.

Aunque en su tiempo Wegener fue objeto de mucho escepticismo, la teoría de la deriva continental ha sido ampliamente aceptada por la comunidad científica, gracias a la acumulación de evidencias y al desarrollo de nuevas técnicas de investigación. La deriva continental nos recuerda que nuestro planeta está en constante cambio, un proceso que ha dado forma a la Tierra tal como la conocemos hoy.